La huelga judicial que se abre mañana con una concentración ante el Tribunal Supremo, es un aviso excepcional del peligro de hundimiento del Estado de derecho y la democracia.
El último torpedo es la Ley Bolaños que pretende, de una tacada, quitar a los jueces la instrucción y encomendársela a la fiscalía dependiente del Gobierno, acabar con la policía judicial independiente y con el acceso por oposición a la carrera judicial.
(Carlos Martinez Gorriarán/VozPopuli/27/6/2025.)
¡Viva el juez Peinado!
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