LA PRESIDENTA PLURINACIONAL.
El Mundo/Baleares, 12/11/2017: ‘la presidenta
de Baleares, Armengol, ha defendido este sábado en su intervención ante el
Consejo Federal del PSOE una España "federal y plurinacional que
represente bien la voz de todos los territorios".
Ha apostado por el diálogo para ‘encajar
bien Cataluña en España y encajar una realidad del siglo XXI, que es diferente’.
Esto se llevaría a la práctica a través de una reforma de la Constitución, que ha defendido públicamente el PSOE. Entre otras obviedades, ha
dicho que quiere unos Presupuestos y financiación autonómica, ‘justos’. Como si
alguien quisiera Presupuestos y financiación autonómica injustos. Dejo aparte
que los territorios no tienen voz.
También apoyó al compañero Iceta para las próximas elecciones del 21-D, en
Cataluña. Aunque Iceta haya dicho que quiere ‘tender puentes’. Obviamente con
los golpistas. No con el PP. ¿Está claro?
En ‘Fuerzas del orden y constitución’, El Mundo, J. de Esteban escribe: ‘El ex presidente de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Earn Warren
… manifestó que "los padres fundadores de la Constitución se aseguraron de
que el Gobierno federal tuviera el poder necesario para gobernar".
Aserto que cobra más fuerza en un país muy descentralizado como es el
norteamericano, en el que rige la llamada "cláusula de supremacía",
desarrollada en el artículo VI de la Norma Fundamental.
Este artículo debería recordarse, especialmente en la situación española actual:
"Esta Constitución y las leyes de
los Estados Unidos … serán la suprema ley del país y los jueces de cada Estado
estarán obligados a observarlos, aun cuando se encuentre en la Constitución o
en las leyes de cualquier Estado alguna disposición que lo contradiga".
Esto último es lo más sustancioso, aunque no hay peor sordo que el que no
quiere oír. En resumen, incluso en un país federal y muy descentralizado, como
los Estados Unidos, hay una ‘cláusula de supremacía’ a favor del gobierno
central. ¿Cuáles son las consecuencias?
Antes veamos dos detalles relevantes. El Mundo (12/11/2017) publicó: ‘No es casualidad que Francina Armengol se
ausentara de la foto con la que ayer Pedro Sánchez, en compañía de sus barones
autonómicos, quiso enviar un mensaje de apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy ante
el desafío separatista’.
A nuestra presidenta le molan los separatistas antiespañoles. Tanto que se sale
de la foto oficial con Sánchez. Y eso que el secretario general no destaca,
precisamente, por su amor a España. También él es defensor de la
plurinacionalidad, aunque lo diga cuando y donde convenga.
Otra perla de la presidenta balear, es de octubre 2017. Ricardo Colmenero
escribe en El Mundo: ‘En plena crisis
catalana, a la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se le ocurrió
ayer pedir a Madrid «más autogobierno», y de acusar a Mariano Rajoy de utilizar
las leyes para «convertirlas en trincheras». Para la líder socialista el Estado
no está «reconociendo» la pluralidad nacional, lingüística ni cultural de
Cataluña, pero tampoco la de Baleares’.
O sea, España es una nación de naciones. Somos un estado
plurinacional. A esto se le llama pasarse la Constitución española por el
forro. Y es que su simpatía por los golpistas catalanistas, le puede. Imagino
que lo dicho hasta ahora, basta para situar políticamente a la presidenta
balear. El que no se quiera engañar.
Recordemos que las partes- las Autonomías- no están en plano de igualdad con el
Estado español, aunque sean parte del Estado. Porque la soberanía no reside en
una Autonomía, reside en el pueblo español. Y recordar que incluso en un país
federal- que tanto añora Armengol- y muy descentralizado, como USA, hay
‘cláusula de supremacía’ del Estado central. ¿Sorprendida?
¿Por qué una ‘cláusula de supremacía´? Porque los padres fundadores
querían que el gobierno federal tuviera suficiente poder para gobernar.
Traducido al español significa que si la soberanía reside en el pueblo español-
como dice nuestra Constitución- no pueden gobernar los reinos de Taifas en plano
de igualdad con el gobierno central. A menos que se desee una balkanización de
España. Una especie de Primera República puesta al día. Que terminó peor que
mal. ¿Quiere algo así, señora presidenta?
Dadas las declaraciones y actuaciones de ciertos políticos, los
españoles de a pie, tenemos buenos motivos para desconfiar de ellos.
En junio de 2017, el catedrático de Administrativo, Sosa Wagner, escribe en El
Mundo: ‘Buen enredo ha desencadenado el
PSOE en su reciente Congreso al definir el carácter plurinacional de España,
aunque, acaso sabedor de la dinamita que la expresión lleva dentro, se ha
apresurado a aclarar que esa constatación no ha de poner en riesgo el carácter
único e indivisible de la soberanía nacional’.
O sea, los socialistas ponen la dinamita (de progreso, por supuesto) en
el lugar adecuado, pero desean que no explote. Eso dicen. Porque somos
políticos responsables. ¿En serio? ¿poniendo dinamita?
Porque los socialistas- al menos los sanchistas- no
quieren defender España a las claras frente a los que quieren
trocearla. Esto sería propio de nostálgicos del franquismo. Aunque el PP
tampoco es suficientemente firme en la defensa de España. Basta ver el retraso
de Rajoy con la suave aplicación del 155. Y ha pedido perdón.
A los socialistas- sanchistas- no les conviene pronunciarse en contra de la
unidad de España- por aquello de los votos-, pero prometen reformas
constitucionales para que los golpistas catalanistas se sientan más cómodos. La
izquierda- PSOE/Podemos- apoya el adoctrinamiento en las aulas, y ofrece más dinero
a los más ricos, catalanes y vascos. Dicen que es progresista. ¡Qué caraduras!
Y Rajoy arrodillado ante las mentiras del PNV. Para no ser menos. Y los
españoles no separatistas, pagando los gastos.
Concluye Sosa Wagner: ‘España no ha sido
nunca una "nación de naciones" pero, ojo, si lo fuera, debería
disimularlo y no decírselo a nadie porque las naciones de naciones han acabado
como los rosarios de las auroras: así, el Imperio austro-húngaro, Rusia,
Yugoslavia, etc.’
Esta obsesión plurinacional, de
Armengol, Sánchez e Iglesias es peligrosa, inconstitucional, e irresponsable. Y
los españoles de a pie, pagando estas locuras. ¿Hasta cuándo?
Sebastián
Urbina.
(Publicado en El Mundo/Baleares/24/Nov./2017.)