DESLEALTADAS, COMPLEJOS Y VILEZAS.

8/9/2007.




La bandera nacional no ondea en el 92 por ciento de los municipios vascos. La bandera nacional no ondea en más de cien ayuntamientos de Cataluña. Montilla (el bachiller) calificó como ''presos políticos'' a dos etarras, internos en Can Brians, colaboradores del comando Barcelona. Carod y Benach invocan la independencia desde París. Maragall (el asimétrico) secunda a Pujol (el Muy Honorable) y aboga por la insumisión fiscal. Por no hablar de las selecciones imperiales catalanas, en contra de la legislación vigente, y apoyadas por Montilla y otros tipos como él. Podríamos seguir con la basura nacionalista pero es suficiente. Aunque algunos todavía no lo vean (o no lo quieran ver) claro.



He oído a personas, incluso no nacionalistas, decir cosas como: 'es que LOS catalanes quieren ...', o bien: 'es que LOS vascos quieren ...'. Hay varios errores en estas frases que, a fuerza de repetirlas, parecen verdad.



Ni los catalanes ni los vascos son un rebaño a los que quepa calificar de forma global. Afortunadamente hay diferencias. Por ejemplo, hay personas que matan, extorsionan y agreden (vascos nacionalistas o sus primos) y hay otros vascos que son los asesinados, extorsionados o apaleados. Hay catalanes que desprecian y discriminan a otros catalanes. Los primeros suelen ser nacionalistas. Hablan como si tuviesen el monopolio de la catalanidad. El que no piense (sería mejor decir 'sienta') como yo, es un mal catalán o un anticatalán. Y tienen dinero público y poder político. Y lo utilizan sectariamente.


Toda esta bazofia antidemocrática no sólo ha sido posible por la actitud y comportamiento de los nacionalistas. También ha sido posible por el comportamiento cobarde y estúpido del PP y del PSOE.


El PP porque ha tenido miedo a que le llamaran 'franquista'. Ha cedido en nombre de la prudencia o el consenso pero, en realidad, ha sido por sus complejos idiotas con el nacionalismo. Piqué ha sido el penúltimo ejemplo. Matas, en Baleares, ha sido otro. Y muchos más. De este modo, la bola de nieve ha ido creciendo. Es decir, el chantaje victimista de los nacionalistas ha ido creciendo hasta hacerse ingobernable. A cada cesión ha seguido otra. Y nunca es bastante. Y los del PP han cedido, y se han acercado al abismo, que nos afecta a todos.


Los del PP me parecen (en su relación con los nacionalistas) unos cretinos acomplejados, pero con muchas y honrosas excepciones. Si el PP estuviera dirigido por políticos como Vidal-Quadras, Jaime Mayor, o Esperanza Aguirre, por ejemplo, la situación sería muy diferente. Por cierto, es muy buena señal que sean los más odiados y despreciados por el rojerío mediático y por los políticos, digamos, de izquierdas. Por ejemplo, el rojerío mediático anunció que el PP hacía muy mal defenestrando a Piqué. O sea, ellos alaban a los Piqué, Ruiz-Gallardón (inteligentes y cultos, sin duda, pero políticamente dañinos para su partido) porque no les preocupan. Atacan a los que les preocupan.


En cuanto al PSOE (el que controla el jamón y la moqueta), la cosa es peor. Ya no se trata de cretinos acomplejados, con las honrosas excepciones de rigor. Se trata de gentuza, políticamente hablando. El caso más reciente, y por desgracia no el único, lo tenemos en el PSN (Partido Socialista Navarro) que quiso gobernar con Nafarroa Bai. Y ya sabemos quiénes lo formaban. Por motivos electorales, nuestro amado Presidente dijo que no tocaba hacer esta jugada. Por ahora. Pero ellos querían el jamón ahora. Se han enfadado. Claro que hablaban y hablan de 'gobierno progresista'. ¿Serán tan idiotas que lo dirán en serio?



En todo caso, ya han dicho que apoyarán las propuestas de ANV (que nunca condena los atentados de ETA) si es bueno para la ciudad. En fin, si hay mucho pepero acomplejado, hay mucho socialista (es un decir) que despide un hedor (político) insoportable. Tanto que, con lo difícil que es salir de las sectas, Rosa Díez, y parece que unos cincuenta compañeros más, se han marchado de la cueva. A respirar aire limpio.



En resumen, que esta situación actual no era necesaria, ni inevitable. La historia no está escrita, no hay derechos naturales de los territorios, ni de los orígenes. Pero, me temo, que los ciudadanos tienen los gobiernos que se merecen. Si pueden elegirlos.


Sebastián Urbina.