Revolución del 34 ( X X I I I )
Javier Rodríguez Muñoz. La Nueva España de Oviedo. Fascículo 9
Nos explica don Javier con la claridad de siempre:
“Ataques al PSOE… Lerroux lanzó graves críticas contra el PSOE, al que acusaba de querer implantar la “dictadura socialista”… la indisciplina social y la flaqueza en reprimir los desmanes… nadie podrá acusarnos (decía el PSOE) de habernos extralimitado en nuestras pretensiones”
Da la impresión que don Javier nos dice que don Alejandro mentía o al menos exageraba.
El pobre no podía ser más discreto. Parte lo que dijo ya se había cumplido creces y el resto con el tiempo se cumplió con más creces aun.
Veamos:
“dictadura socialista”.-
Se discute el art. 45, Capítulo II (Familia, economía y cultura) y el moderado Besteiro dice (6-10-31): “Si se cierran las puertas al ideario socialista, diremos al pueblo que no es ésta su República, y habrá que preparar la revolución social”. Libro de actas del Congreso. J. Arrarás, Historia de la II República Española, V.I, p.191. Esto lo decía gobernando ellos, y a los cuatro meses de vida de la República. Cierto que posteriormente se fue civilizando y naturalmente los socialistas lo corrieron a gorrazos. En el 34 los primeros tiros de la revolución de octubre en Madrid, fueron contra la casa de Besteiro.
Había pasado un mes más y avisaba Largo, Ministro de Trabajo, ante la posibilidad de que las Cortes se disolviesen por no tener mayoría (23-11-31): “Ese intento sólo sería la señal para que el PSOE y la UGT lo considerasen como una provocación y se lanzasen incluso a un nuevo movimiento revolucionario. No puedo aceptar la posibilidad, que sería un reto al partido, y que nos obligaría a ir a una guerra civil”. Acta de sesiones del Parlamento. El Debate, 24-11-31, Madrid.
Las intenciones se les veían desde muy temprano, o al menos me parece a mí.
Claro que yo soy un mal pensado y no me fío un pelo del PSOE.
Pasó el tiempo, estaban tranquilos, colocaron a todos los suyos.
¡Pero AY! la teta se iba quedando mustia y les iban a echar del gobierno y ya sabemos que un PSOE sin gobierno (mama, ubre, etc.) es como un jardín sin flores.
Así que nerviosos avisaban en El Socialista (5-8-33): ”Los conceptos de democracia y libertad sobre los cuales descansa el orden capitalista son... unas perfectas mentiras”. Fundación Pablo Iglesias (FPI) AFLC-XXIII, folio 19.
Días más tarde aclaraba en benéfico Largo Caballero, por si había dudas, que a lo que se ve a nuestro historiador de Cámara aun le quedan (9-8-33): “Rusia, inmenso laboratorio social del cual tendremos que aprender los socialistas… será un patrón para el socialismo español… cuando enfoque sus miradas hacia Rusia… para que el ejemplo de lo realizado allí con tanto sacrificio pueda servir de guión en las conductas futuras”. República y Partido Socialista, Escuela de Verano, Torrelodones, El Liberal, Bilbao.
16-8-33. insistía don Francisco: “Antes de la República creí que no era posible realizar una obra socialista en la democracia burguesa... si tenía alguna duda sobre ello, ha desaparecido. Es imposible”. FPI, XIII Congreso del PSOE, p.452.
Seguía Largo aclarando las cosas, faltaban días para la elecciones (8-11-33): “La Monarquía cayó… este movimiento pacífico, que entonces nos pareció digno de alabanza, fue el peor error… si la historia se repite… no será pacífico…aceptamos… que se convoquen unas Cortes… Ese fue el segundo error… Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado!… Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ¡Como en Rusia!). No nos asusta eso… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad… habrá que obtenerlo por la violencia… vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aun los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar… Al colaborar en el derribo de la monarquía... El objetivo... era el de quitar la venda a la clase trabajadora para que supiera que con la república… no se había de redimir. Y esto lo hemos logrado... En las elecciones de abril (1.931), los socialistas renunciaron a vengarse de sus enemigos y respetaron vidas y haciendas; que no esperen esa generosidad en nuestro próximo triunfo. La generosidad no es arma buena. La consolidación de un régimen exige hechos que repugnan, pero luego justifica la Historia… El 19 vamos a las urnas… los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No. simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar, como sea... hasta que… ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista”. El Socialista, 9-11-33. Largo, Discursos a los trabajadores, p.109.
Es de suponer que los hechos que repugnaban a don Francisco, a don Javier no le repugnasen, pero tiene que comprender que a los futuros vengados les repugnasen un pelín. Me dicen que a un familiar muy cercano suyo, cercanísimo, le repugnaban algo y por eso ayudó a evitarlos. Gracias a ello nuestro historiador existe… Yo lo veo claro. ¡Pues ven ustedes! Al historiador le parece una gracieta de don Paco.
19-11-33. Ganan las elecciones las derechas. Largo insta ese mismo día a la Directiva del Partido a concretar “un movimiento revolucionario a fin de impedir un régimen fascista”. Prieto y De los Ríos accedieron a “alzarse vigorosamente”. Citas y reuniones, 19 y 26-11-33, en S. Juliá Los Socialistas en la política española, p. 199. Parece que tenían prisa.
El Socialista chuleaba (23-11-33): “No somos un partido exclusivamente parlamentario... cada votante socialista es un soldado de la revolución, un combatiente... ¿Son asimismo fuerzas combatientes las que están detrás de las derechas?”. Parece que si eran, hay que reconocer que les costó, pero tres años después les calentarían.
Siguen las reuniones, muchas, preparando el golpe. Se oponen Besteiro y sus partidarios, que advierten que no existe fascismo digno de tener en cuenta, cosa que todos los dirigentes del golpe les reconocen. Y que la mayoría conseguida en las urnas por el centro-derecha era apabullante (Diputados: Gobierno, 235; Izquierda, 95. Votos: Gobierno, 5.417.200; Izquierda, 3.118.000) y había que respetarla.
Decía Saborit (socialista de Besteiro): “No se trataba de defender la República… sino de conquistar el poder político para la clase obrera al mes siguiente de haberse verificado las segundas elecciones legislativas del nuevo régimen. ¿Era serio todo esto? Saborit (jerarca del PSOE), Julián Besteiro, p.246.
Amaro del Rosal, paisano nuestro y primer ideólogo del golpe le contesta: ”(todo) es favorable a la revolución. Existe un espíritu revolucionario; existe un Ejército completamente desquiciado, hay una pequeña burguesía con incapacidad de gobernar (estos eran los presuntos fascistas), que está en descomposición… Tenemos un gobierno... que es el de menor capacidad, el de menos fuerza moral, el de menos resistencia (y a pesar de todo esto don Javier está seguro que era fascista). Por eso yo opino que ahora todo está propicio”. Don Amaro no se atreve a hablar del peligro fascista como se ve, las carcajadas hubiesen alertado a la policía fascista del gobierno fascista.
Besteiro se opone y denuncia durante todo el 34: “la locura dictatorial”, “la peste” que se extendía por el partido, advirtiendo que serían las masas quienes cosecharan “los desengaños y sufrimientos”. Dejó en claro que no existía aquel peligro “fascista” para justificar ir a la insurrección armada y a la guerra civil. El peligro fascista lo entendían sólo como táctica para poner a la derecha a la defensiva y soliviantar a la gente, creando un ambiente bélico. Discutiendo con Prieto, le anunció: “Vais a llegar al poder, si llegáis, empapados y tintos en sangre”, y total para nada porque luego vendría otra “cruel guerra fratricida con los comunistas, sindicalistas y anarquistas”. Y escribió: “Por ese camino de locuras decimos a la clase trabajadora que se la lleva al desastre, a la ruina”. G. Mario de Coca, Anti-Caballero, A. del Rosal, 1934, El movimiento revolucionario de octubre, Saborit, Julián Besteiro, p.246.
Se lo quitan de encima de malos modos, llegan a llamarle traidor en El Socialista.
Dejemos a nuestros socialistas con ánimo de guerra civil, aunque don Javier no se lo crea. Citas como las anteriores podemos dar él y yo más de mil (1.000).
Francisco Alamán Castro.
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