26-04-2011 / (ABC)
Lleida, 26 abr (EFE).- Un ganadero del Pallars Jussà, sin saberlo, ha salvado de la desaparición a la cabra catalana, que se daba por extinguida desde el año 2005 y de la que este pastor tenía entre su rebaño varios ejemplares, algunos de los cuales han sido adquiridos por una asociación para conservar la especie.
El ganadero Antoni Pellisser desconocía hasta ahora que entre el rebaño cabrío que durante años ha criado su familia en la pedanía de Sant Salvador de Toló, muy cerca de la sierra del Montsec, había unos cuarenta ejemplares de cabra catalana, una raza autóctona y ancestral propia de Cataluña, y sobre todo de las comarcas de Lleida, que se consideraba extinta desde hace varios años.
La asociación ecogastronómica Slow Food ha adquirido ahora 22 de estos ejemplares y los ha trasladado hasta Vilanova de Meià, en la Noguera, para impulsar un proyecto de conservación y reproducción de la especie que permita garantizar su continuidad.
Según esta entidad, el principal objetivo en esta primera fase del proyecto es lograr que las cabras se adapten a su nuevo hábitat, ya que ahora pasarán más tiempo en la granja que pastando en la montaña.
Superada esta fase, está previsto iniciar un proceso de cría y selección de los mejores ejemplares para, después, estudiar la calidad de la leche de estas cabras y también sus aptitudes de cara a la gestión forestal.
Slow Food, que se plantea también elaborar queso con leche de cabra catalana, pondrá en marcha próximamente una campaña para apadrinar estos animales y financiar el proyecto de conservación, tal y como se hizo años atrás con el burro catalán. EFE.
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PD. Beba leche de cabra catalana.
PD 1. Apadrine una cabra.
Yo tengo algunas cabras, procedentes de amigos a los que ya se les habian comido el jardín, y las tengo en libertad. Me ayudan en la limpieza de sa garriga, que vista en la postal turística queda muy bonita, pero cuando se pega fuego, no se para.
ResponderEliminarMis cabras son como yo, una especie sin pedigrí, con un d.n.i. simplón, y sin pretensiones de origen.
Ahora veo que las cabras catalanas son especiales. Las mallorquinas tambien. Las mias son mias y por tanto, son especialísimas. No me importa su color, ni su tamaño. Las quiero porque son mias. Tanto pedigri, me suena a esos ricos caprichosos que cruzan perros para obtener su diseño. En fin, otra cosa con la que no estoy de acuerdo. El problema una vez mas no son las cabras, son sus dueños y sus ideas de seleccion. ¿ A que me suena esto?.
Me temo que sí, que son sus dueños.
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