(Esperemos que los políticos democráticos, no solamente españoles sino europeos, se den cuenta de que el nacionalismo es un peligro para la integración y estabilidad de Europa.)
"Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea".
Stefan Zweig.
EUROPA ANTE EL DESAFÍO SEPARATISTA.
En un artículo en Financial Times Cayetana Álvarez de Toledo advierte de los riesgos que suponen los separatistas para la Unión Europea. Unos riesgos que pasan por la desintegración de los estados de la unión por mucho que los "secesionistas aclamen la UE como un modelo de integración".
Cayetana aprovecha el centenario de la Primera Guerra Mundial para recordar cómo François Miterrand dijo en el Parlamento Europeo en 1995 que "el nacionalismo es la guerra". Se trata, sigue Cayetana, del "rechazo del pluralismo político y la restricción de derechos individuales", es decir, que los nacionalismos representan "todo lo que los europeos dejaron atrás en 1945".
Para la diputada popular, Gran Bretaña y España son dos de los estados más antiguos del viejo continente que actualmente sufren importantes riesgos separatistas con Escocia y Cataluña. Una "amenaza", dice Cayetana, no solo "para la integridad misma de los países en cuestión, sino que también socavan el proyecto europeo más grande". Un proyecto europeo que, según Álvarez de Toledo, defiende la "integración, la solidaridad, la libertad individual y el Estado de derecho" frente a los riesgos del populismo y el nacionalismo que actualmente socavan la esencia de la UE.
En este sentido, llama la atención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien recuerda que cuenta con la legitimidad "política y los instrumentos jurídicos para combatir con éxito uno de los desafíos más graves para las leyes y las libertades de España". Y añade que "cualquier intento de evitar el asunto de la secesión" tratándolo como un "asunto interno" es un error. Una advertencia con dos direcciones. Una a Europa por haber tratado de evitar la polémica sobre este asunto diciendo que se trata de un problema interno de España, y otra a Moncloa, desde donde se interpreta ese mensaje europeo como un intento de reforzar la "soberanía del gobierno central".
Cayetana recuerda que así como el nacionalismo escocés también contradice los principios y valores europeos fundamentales, "el separatismo catalán va en contra de los valores que definen a España como una democracia y a la UE como una hazaña de civilización" al colocar "identidad antes que ciudadanía" y al desafiar la idea básica sobre la que se fundó la paz en Europa.
En este sentido, la diputada popular advierte de que los separatistas dicen en los micrófonos que la UE "es un modelo de integración" mientras en los despachos trabajan "incansablemente para desintegrar uno de sus estados miembros". En el caso español, Mas "y sus partidarios exhortan a Europa que apoye la independencia de Cataluña en nombre de la democracia ("¡vamos a votar!", pero al mismo tiempo socavan la democracia en España, en nombre de la identidad)".
Tras recordar principios básicos de la fundación de Europa, sus valores y sus herramientas políticas para frenar la amenaza del nacionalismo, el separatismo y el populismo, Cayetana Álvarez de Toledo da una lección de historia al afear a Mas su intento de distorsionar los hechos históricos para justificar "agravios imaginarios":
"Han transformado la conmemoración del fin de la Guerra de Sucesión Española en 1714 en una denuncia de los 300 años de "España contra Cataluña". "Desafía al estado de derecho y, con ello, las bases de la convivencia pacífica entre españoles.
El Gobierno catalán se ha negado a acatar los fallos judiciales que requieren que a los niños se les enseñe un número mínimo de clases en Español".
Por último, y tras recordar el episodio vivido la pasada semana con los empresarios alemanes insultados por el líder de ERC Joan Tardá -que les llamó nazis-, Cayetana propone como ejemplo de lo que significa Europa "la memoria de 1914".
"No hay nada más noble, más decente o más necesario que la defensa de los derechos y libertades individuales frente a los sueños asfixiantes del nacionalismo. Hoy en día, no hay lugar para la ambigüedad o el silencio. La cuestión del separatismo es un problema profundamente europeo, que pone a prueba lo que es la unión y lo que representa. Por eso exige una respuesta clara".
(Cayetana Alvarez de Toledo/ld)
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