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jueves, 24 de abril de 2014

AMNISTÍA INTERNACIONAL: UNOS CARADURAS.



 

 

 

 

AMNISTÍA INTERNACIONAL:

 UNOS CARADURAS.

 

Acusan a Mariano Rajoy de sofocar protestas pacíficas en España

"La Policía actúa con total impunidad, mientras que los manifestantes pacíficos y los líderes de los movimientos sociales sufren acoso constante y son estigmatizados, golpeados y, en ocasiones, detenidos para enfrentarse a cargos penales, encarcelamiento y multas", denunció la directora para Europa de Amnistía Internacional.

 (El Universal. Caracas)

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Desde la cofa

Los Gulags de Amnistía Internacional


Guantánamo es una de las banderas de ahora de la izquierda mundial. La “resistencia” iraquí, tan jaleada en los medios, ha fracasado en su intento de evitar que las fuerzas aliadas lleven la democracia a Irak, por lo que el interés por estos héroes ha decaído, aunque no ha muerto. Guantánamo resiste en el imaginario de la izquierda como reunión de todos los males, que en su visión del mundo están relacionados siempre con los Estados Unidos.

¿Hará falta recordar qué es el Gulag? ¿Hará falta decir una vez más que los alemanes copiaron a los rusos el sistema de campos de concentración, o que murieron encerrados, torturados, vejados y asesinados millones de personas en los campos soviéticos?

En Guantánamo no ha muerto ningún prisionero. Desconozco la veracidad de las acusaciones de torturas (que no han sido probadas). Pero aún si fueran ciertas su comparación con el Gulag es una negación revisionista de los horrendos crímenes del comunismo.

No es la primera vez que Amnesia Internacional, como debería llamarse la organización, muestra su desprecio por las víctimas, a las que sacrifica en nombre de su antiamericanismo. Si bien en el pasado los intelectuales de guardia del totalitarismo negaban expresamente los crímenes cometidos por los comunistas (de los que Chomsky es solo un ejemplo), Amnistía Internacional sigue ahora una estrategia más sibilina, más despreciable. Compara las acciones del gobierno de los Estados Unidos con los peores crímenes comunistas. No es la primera vez que lo hace.

En su momento dijo que la Guerra de Irak era el mayor atentado contra los derechos humanos en el último medio siglo. Hacer de menos genocidios como la Revolución Cultural no les crea ningún cargo de conciencia, si con ello se puede llenar el mundo de titulares contra los Estados Unidos.

Resulta significativo que en un informe de denuncia de los derechos humanos en 149 países, los responsables se hayan cuidado de dar titulares sobre los Estados Unidos. El Director Ejecutivo de Amnistía Internacional, William Schulz, tuvo que responder ante un periodista de la Fox si había algún tipo de evidencia que pudiera probar el apaleamiento de los prisioneros, o su malnutrición o el tipo de maltrato que tenemos en la cabeza cuando hablamos de tortura.

La respuesta del activista fue: “sería fascinante descubrirlo. No tengo ni idea”. Lo que no le impide enviar el mensaje de que tales torturas se mantienen en Guantánamo. No solo ahí, porque según Schulz “los Estados Unidos están manteniendo un archipiélago de prisiones en todo el mundo, muchas de ellas secretas”.

Para hacernos una idea de cómo es Amnistía Internacional, recordaré solo dos cosas. Por un lado cómo se movilizó en defensa de Ahmad Hikmat Shakir por medio de una Acción Urgente lanzada el 19 de noviembre de 2001. Amnistía Internacional dijo entonces que “está detenido e incomunicado y en riesgo de padecer torturas o maltratos”. Su movilización resultó fructuosa y Shakir fue liberado. Y eso que él tenía los números de los pisos francos de quienes pusieron una bomba en el World Trade Centre o estuvo en la reunion de Al Qaeda en Kuala Lumpur en enero de 2000, junto con los secuestradores de los aviones lanzados contra las torres gemelas. No se le ha vuelto a ver el pelo, gracias a la preocupación de la organización activista por los derechos de los terroristas, y a su desproporcionada capacidad de influencia.

Cualquier ataque a los derechos humanos debe ser denunciado. Pero Amnistía Internacional está decidida a centrar sus ataques a los cometidos por el Gobierno de los Estados Unidos, dando con ello la falsa impresión de que es la mayor amenaza para los derechos humanos en el Mundo.

El efecto es que los lugares donde se están violando de forma masiva no reciben la atención mundial, como debieran, lo que no encamina precisamente en una mejora de la situación en esos lugares. ¿Se les habrá escapado a los responsables de Amnistía Internacional ese efecto tan abrumadoramente obvio? 

El Sr. Rodríguez es periodista de El Telediario de Intereconomía TV. Miembro del panel de Opinión de Libertad Digital. Sígalo en Twitter: @caraamable
(José Carlos Rodríguez/ld)



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