Un artista, Albert Boadella, y tres intelectuales, Federico Jiménez Losantos, Félix de Azúa y Xavier Pericay, relatan cuándo y cómo decidieron abandonar una ciudad en la que fueron felices, en la que transcurrió una parte importante de su vida personal y profesional y a la que, pasados los años, ni siquiera quieren volver.
De hecho esta negativa está en el origen de la película, como han explicado el periodista Arcadi Espada y la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, dos de los principales impulsores de Libres e Iguales. La intención inicial era reunir a Boadella, Jiménez Losantos, Azúa y Pericay en la Ciudad Condal en su condición de firmantes del manifiesto de Libres e Iguales, pero tres de ellos se negaron y entonces surgió la idea de recoger sus razones en una película.
En tiempo récord, Arcadi Espada realizó las cuatro entrevistas a mediados de octubre y un equipo audiovisual ha realizado el montaje final, en el que los cuatro testimonios se entremezclan con imágenes actuales de Barcelona, en ocasiones de un inequívoco subrayado poético (las tuberías de una fachada interior cuando los entrevistados exponen su opinión sobre Jordi Pujol).
Tanto Espada como Álvarez de Toledo han relatado la experiencia vivida en el pase de prensa en Barcelona, cuando un periodista de un medio nacionalista les relató la profunda incomodidad "incluso física" -apostilla el periodista con media sonrisa- que le causó la cinta, en la que durante más de una hora se puede escuchar (Pericay) que es imposible "vivir en catalán y del catalán si no se es nacionalista"; que (Azúa) "tal y como están las cosas en la Educación hay que llevarse a los niños de aquí"; que (Boadella) "había gente que directamente ni me saludaba" o que (Jiménez Losantos) "yo he criticado mucho a Felipe González y a Jesús de Polanco, pero nada he pagado tanto, y eso fue lo de la COPE, como criticar a Jordi Pujol".
Sin duda, la salida más traumática de las cuatro fue la protagonizada por el autor de "La Ciudad que fue", tras sufrir un atentado de la banda terrorista Terra Lliure en 1981, que su víctima relata de una descarnada manera, reconociendo no albergar sentimiento alguno de venganza contra alguien "que sabía mucho menos catalán que yo" y que "el pobre lo único que ha hecho en su vida es pegarme un tiro".
De la fractura en la vida social que está provocando el proceso del 9-N da cuenta Xavier Pericay al relatar cómo un mallorquín casado con una catalana de Gerona se levanta de una comida familiar tras los insultos reiterados de su suegro hacia "los españoles" o cómo sus tres hermanos, siempre votantes de la izquierda, son ahora fieles militantes separatistas.
Tras el visionado de la película, Arcadi Espada ha llamado la atención sobre la dificultad de marcharse, "aun en el caso de estas cuatro personas, que son triunfadores en lo suyo" y ha expresado un amargo lamento por tantos que "estoy seguro" han tenido que permanecer contra su voluntad.
(Mariano Alonso/ld)
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