MERCAMADRID.
Cualquier atisbo de luz que se perciba al
final del túnel, aunque sea muy leve, es una buena noticia para
cualquier sector económico y el de la agroalimentación no es una
excepción. La actividad de Mercamadrid, uno de los mercados de abastos más importantes del mundo, apunta a una cierta revitalización, en donde se aprecia un mayor tono inversor, según ha adelantado la subdirectora general de esta entidad, Lola Román,
que ha asegurado que las caídas en volumen que se han vivido en los
últimos tres años, entre un 3 y un 5% «se están estabilizando».
Román asegura que los datos de que dispone son esperanzadores
y que de seguir la tendencia podría acabar el año con cifras positivas.
Destaca especialmente el aumento de actividad en aquellas actividades
complementarias, especialmente en logística.
El sector de la alimentación está en
progresión en nuestro país, asegura Román, como demuestran la pujanza de
algunos sectores como frutas y hortalizas, aceite, o ganaderos como el
del porcino, vacuno de carne o pollo.
Con una superficie de 220 hectáreas, Mercamadrid abre todos los días sus puertas a más de 18.000 compradores.
Las cerca de mil empresas que operan en el recinto generan un volumen de negocio de 4.000 millones de euros al año,
lo que le convierte en la segunda superficie de estas características
del mundo (con 40.000 metros cuadrados), por detrás de Tokio, debido a
los altos precios pagados por el atún y a los altos volúmenes que llegan
de esta especie.
El mercado central madrileño da trabajo directo a unas 8.000 personas y cerca de 30.000 empleos indirectos dependen de su influencia. Mil camiones abastecen a diario este centro.
(ABC)
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