(El momento de la colleja. Dado por una mujer no duele.
Pero esta señora no debe ser feminista. Debería dar la colleja a un hombre. Es de primer curso.)
LOS MADRILEÑOS (y madrileñas) MERECEN UNA COLLEJA.
Aunque el pacto con el PSOE todavía no está cerrado, la dirigente de Ahora Madrid Manuela Carmena ya ha anunciado cuál va a ser su equipo de gobierno en la capital de España: las concejalías pasarán de seis a siete, y prácticamente todas cambiarán de nombre. Urbanismo, Seguridad y la Portavocía quedarán en manos de los neocomunistas de Podemos, mientras que de Hacienda se encargará un exmiembro de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato, vinculado al grupo anticapitalista Attac y partidario del impago de la deuda.
Los ciudadanos madrileños ya pueden ir preparándose para una subida generalizada de impuestos municipales, y harían bien en preocuparse por que de la seguridad de la ciudad se vaya a encargar Podemos. ¿Qué cabrá esperar de la Policía ante cualquier agresión a la propiedad, la seguridad y la libertad de los ciudadanos, si Carmena considera que el 90% de la población reclusa debería estar en la calle? ¿Qué cabe esperar de las Unidades Centrales de Seguridad, fuerzas antidisturbios de las que ninguna mención hace el programa de Carmena y por cuya disolución claman miembros de Podemos y de su candidatura?
A tenor de lo poco que dice el programa de Carmena de la Policía Municipal, ésta va a tener que estar más preocupada por tener una sensibilidad especial hacia "las minorías sociales" a través de la "formación continua de los agentes sobre la situación social y económica de los madrileños, atendiendo a las desigualdades de procedencia, renta, género, identidad sexual", que por garantizar el orden y las libertades públicas.
No menos preocupación debe suscitar el hecho de que la Concejalía de Urbanismo recaiga en José Manuel Calvo, un arquitecto treintañero que nunca ha edificado nada y cuya experiencia se limita a su participación en las movilizaciones del 15-M en contra de los desahucios. Patético.
Un partido como el PSOE, inserto en la socialdemocracia europea, debería rehusar cualquier tipo de alianza con formaciones populistas y radicales que amenazan la libertad, la seguridad y la prosperidad de los ciudadanos, como no se ha cansado de denunciar en los últimos meses.
Pero no. El único malestar que ha expresado al filtrase el equipo de Carmena ha tenido que ver con el hecho de que no vaya a respetarse la paridad entre hombres y mujeres. Tan estupefaciente como creíble, tratándose de este PSOE en caída libre que, en su degeneración, da por bueno ser el alabardero de quienes quieren mandarlo al basurero.
(edit.ld.)
Esperemos que el asunto nos sirva de vacuna.... y no lleguen males mayores.
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