(Que una universidad permita que un terrorista de una charla- para más inri el día de los derechos humanos- es una universidad mierdosa y despreciable.
Pero la universidad se sitúa en una sociedad concreta. Y esta sociedad, capaz de tener una universidad así, es, también, una sociedad putrefacta.
Son tan miserables que ya ni perciben la pestilencia.)
Las víctimas, sobre la charla del etarra en la universidad: «Las conciencias están anestesiadas».
Dos víctimas relatan a ABC sus sentimientos por la conferencia del etarra del comando que asesinó a sus padres.
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