Niegan la entrada al Museo de Orsay a una mujer por su escote.
«No
soy mis pechos, no soy un cuerpo, vuestro doble rasero no debería ser
un obstáculo para mi derecho a acceder a la cultura y al conocimiento»,
ha denunciado la afectada a través de Twitter.
(ABC/10/9/2020.)
(La cuestión puede plantearse como una cuestión de límites. Otra pregunta sería si no hay límites. Si no los hay, se puede entrar en pelotas. Como esto es absurdo, digo que hay límites. Y en este aspecto, creo que es buena medida la prudencia.)
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