Era nieta de una
portera de Madrid, pero gracias a su inteligencia y tesón logró lo que
parecía imposible: el voto femenino.
Defendió el principio de igualdad
por encima de los intereses de partido (Acción Republicana) y pagó un alto precio por ello:
el aislamiento y la soledad. Fue, como ella mismo dijo, «su pecado
mortal».
Por Mara Malibrán-ABC/30/4/2023.
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