EXPERIMENTO SOCIAL DE IZQUIERDAS

 

LA TEORÍA DE GÉNERO

La teoría de género es una «hipótesis» según la cual la identidad sexual ser humano «depende de su entorno sociocultural y no de su sexo», que caracteriza a cada persona desde el momento de su concepción, según explican desde la Fundación Jérôme Lejeune. 

Ahora, con la famosa autodeterminación de género de la que tanto habla la ministra de Igualdad, Irene Montero, lo que se pretende decir es que el género y el sexo no tienen nada que ver, pero no es así.

Nuestro sexo biológico «no es más determinante que el hecho de ser grande o pequeño, rubio o moreno». Es decir, según la teoría de género –también conocida como autodeterminación de género– la identidad masculina o femenina de las personas no tienen nada que ver con la realidad de nuestro cuerpo, sino que «sería impuesta por la sociedad», redactan desde la Fundación del doctor francés.

 

Siguiendo este modelo, la persona no tendría la posibilidad de elegir, cada persona debería interiorizar desde su infancia «el rol que debería desempeñar en la sociedad en un futuro como hombre o mujer». A partir de estas bases, prosiguen explicado en el Manual de Bioética para Jóvenes, nuestro género debería estar fundado sobre nuestra orientación sexual y no sobre la naturaleza biológica.

 

Cada vez son más los jóvenes que están inhibiendo su desarrollo normal y esto, según los expertos, es algo alarmante, ya que usar tratamientos antes de tiempo tiene grandes y graves consecuencias. Además, todos los elementos que el departamento de Montero aviva a utilizar carecen de objeción de ciencia, por lo que no se han experimentado.

 

La doctora, experta en bioética y profesora de la Universidad CEU San Pablo, Ondina Vélez Fraga, ha explicado que se está haciendo todo un experimento social que provocará que en «En 40 años podremos saber qué consecuencias está teniendo en muchos de ellos. Es un experimento en vivo».

 

En este sentido, la teoría de género resta valor a la realidad biológica del ser humano, ya que se opone a la naturaleza de las personas. Es decir, el sexo biológico es uno y es inmutable.

 

(María Fernández/El Debate/7/5/2023.)