(Terminará mal. ¿Por qué? Porque la gente- en general- no es santa, ni santo.
Y si, encima, tiene violencia, como en el caso de Francia, mucha gente se cansará de esta inmigración que le causa problemas. Y los progres lo llamarán racismo.)
Cada solicitante de asilo representa un coste neto de 800.000 euros para el contribuyente holandés
El ECR denuncia el impacto económico del fenómeno migratorio en Países Bajos: «Reciben más beneficios que los nativos».
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