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miércoles, 19 de junio de 2024

NO TENGO PALABRAS

 

 

No tengo palabras

Por Sebastián Urbina

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Los socios de Sánchez repiten candidatura electoral para llevar las secesiones de Cataluña, País Vasco y Galicia a Europa. La suma hace la fuerza. Aunque sea para defender una ruptura. Europa es el escenario. El marco. Con este 'leitmotiv', hoy, en Barcelona, se ha presentado la candidatura de partidos independentistas de izquierdas liderada por ERC (Cataluña) y en la que se integran Bildu (País Vasco), BNG (Galicia) y Ara Més (Baleares) – (Daniel Tercero/ABC/28/3/2024).

Antes analizar esta gravísima noticia, aclaro a quién dirijo mi desprecio.

En primer lugar, al presidente de gobierno y los que le apoyan. ¿Por qué siento desprecio por el presidente de gobierno? Por las innumerables y graves mentiras y por la antidemocrática colonización de las instituciones. Pero una parte importante de la sociedad española, está políticamente enferma. Desde una perspectiva democrática.

Recuerdo un artículo de Gabriel Tortella, catedrático de Historia de la Economía, ‘¿Votantes o creyentes?: ‘La persistencia de ideologías obsoletas y guerracivilistas priva a muchos ciudadanos de sentido crítico en política’. Añado otro comentario suyo: ‘Un felón de la categoría de Sánchez, no se conocía desde Fernando VII’.

Estoy de acuerdo, y me empuja a comentar lo siguiente.

Hay dos aspectos que se entienden mejor si se tratan conjuntamente. Por una parte, tenemos un presidente felón- según Tortella-, o lo que es lo mismo, un presidente indigno y bellaco. A la altura de Fernando VII. Aunque Tortella no lo quiere recordar, porque es una persona elegante, yo quiero recordarlo, por si alguien no lo sabe. ‘Déspota, cruel, tirano, oportunista y mentiroso son algunos de los calificativos que se han aplicado a Fernando VII, por parte de los historiadores que han estudiado ese periodo.

Resumiendo, el prestigioso catedrático de Historia de la Economía, califica a Pedro Sánchez- indirectamente- de cruel, tirano, mentiroso, traicionero, déspota. Sinónimos de felón. Coincidimos.

Ya tenemos la primera de las dos cuestiones interdependientes. Veamos la segunda. ‘La persistencia de ideologías obsoletas y guerracivilistas priva a muchos ciudadanos de sentido crítico en política’. Interpreto que esta lamentable situación- ausencia de sentido crítico-, permite que muchos ciudadanos (sólo de nombre) voten a un bellaco, traidor y mentiroso. Es gravísimo.

Y no se trata de que la alternativa sea seductora. Creo, como el economista J.K. Galbraith, que ‘No votamos entre buenos y malos sino entre malos y peores’. Concretando, Núñez Feijoó sería el ‘malo’ y Pedro Sánchez el ‘peor’. Pero Alberto (‘gestión y moderación’) no tiene agallas para enfrentarse a esta izquierda indecente, guerra civilista y totalitaria.

¿Por qué muchos ciudadanos votan a un mentiroso compulsivo, que pacta con filo terroristas y se arrodilla ante las exigencias de golpistas que anuncian que repetirán un golpe de Estado?

Dicho finamente, porque carecen de sentido crítico. Dicho no tan finamente, porque están enfermos de sectarismo. O sea, han interiorizado que ‘ser de izquierdas’ implica una superioridad moral que ‘la derecha’ ni tiene, ni puede tener. ¿Qué sucede si interiorizas idioteces? Pues eso que piensa.

Galileo vio por el telescopio, que la Tierra no era el centro del Universo, lo que confirmaba el copernicanismo. O sea, que la Tierra y los planetas se mueven alrededor del Sol. Lo que se oponía al geocentrismo que defendía que la Tierra era el centro. Pues bien, muchos se negaron a mirar por el telescopio. ¡Ya sabían la verdad! Es lo que les pasa a los feligreses de izquierdas. ¿Para qué discutir? Somos moralmente superiores. Los que me critican son ‘fachas’. Asunto resuelto.

De ahí que la ‘izquierda moralmente superior, sea, de cada vez, más estúpida y fanática. ¿Por qué? Porque una persona que no se acostumbra a argumentar, de cada vez se vuelve más intolerante y gilipollas. Sustituye la argumentación por consignas, directrices, órdenes y excomuniones. Basta rebuznar. ‘Somos la izquierda’.

En ‘la derecha’, suceden cosas parecidas, pero hay una diferencia. ‘La derecha pepera’ suele ser acomplejada/meapilas y no se atreve a ser tan insolente y prepotente como la izquierda.

Como decía Guerra, lo hago ‘sin acritud’, pero mantengo mi desprecio a los que quieren romper la Constitución, la democracia y España. La penúltima infamia, ha sido aprobar una amnistía a los delincuentes/enemigos de España y de su democracia, para que Pedro, el autócrata/traidor, siga en el sillón. Imputada Begoña por presunta corrupción, el presidente de gobierno amenaza a los jueces, como hacen los tiranos. Y las élites económicas cagadas. Calladas, quería decir.

Sucede, a veces, que millones de ciudadanos se convierten en feligreses fanatizados y siguen-como ovejas progresistas- a un autócrata sin escrúpulos. Cuando esto sucede, la democracia es solamente una fachada, que esconde dictadura y corrupción.

Un vídeo del PSOE equipara a los manifestantes del PP contra Sánchez con nazis. (El Debate). Vox, peor. Y Meloni, fascista. ‘El PSOE también equipara a Feijoó con el fascismo y le acusa de «populista ultraderechista» (El Debate)

No tengo palabras para manifestar mi político desprecio al ‘puto amo’, y sus votantes.

Sebastián Urbina.

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