GOLPE DE ESTADO BLANDO.
En la tarde de este domingo (17 agosto), la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 21 años, de nacionalidad marroquí, por provocar un incendio en el interior de la iglesia de El Pozuelo, pedanía del municipio granadino de Albuñol, y causar destrozos… La regidora (María José Sánchez, del PSOE) ha hecho un llamamiento a la serenidad y ha rechazado cualquier intento de utilizar este «lamentable» suceso para «generar división o confrontación» entre los vecinos. (El Debate.)
Aclaro, en primer lugar, que me parece muy bien que la alcaldesa- sea socialista, o del partido que sea- haya pedido ‘serenidad’ y que no se utilice este lamentable hecho- que condena- para generar confrontación. Esto es lo que haría cualquier representante con sensatez.
Dicho esto, hay problemas y habrá más. Quisiera equivocarme. Pongamos un ejemplo.
Supongamos dos vecinos de un pequeño pueblo. Uno de ellos (Rafael) lanza una bolsa de basura al jardín colindante de su vecino (Luis). Cuando Luis sale a la calle, aprovecha para pasar por la Policía Municipal del pueblo y comentar el hecho con Joaquín, un policía municipal que conoce porque fueron al mismo colegio. Le comenta que su vecino Rafael, le lanzó una bolsa de basura.
El policía municipal, Joaquín, le dice que comprende que esté molesto pero que le aconseja paciencia. Rafael es un tipo al que le gusta crear problemas. Si quieres pon una denuncia, pero creo que es mejor tener paciencia.
Lo que dice Joaquín, el policía municipal, parece sensato. Pero ¿cuántas veces tendrá que tener paciencia, Luis, suponiendo- que es lo que pretendo decir- que las acciones groseras de Rafael se repetirán una y otra vez.
Sugiero que llegará el momento en que, o bien la Policía Municipal tendrá que poner orden, o bien Luis explotará alguna vez.
Ahora pasemos de la grosería de Rafael, de lanzar bolsas de basura al vecino, a incendiar una iglesia católica, violar a una joven, dar una paliza a un pacífico transeúnte, etcétera.
Una respuesta sería que la Policía Municipal imponga el orden. ¿Cuál es el problema? Que los políticos que dirigen la política europea (socialistas, populares, liberales y verdes) no son partidarios de imponer el orden público, cuando hay que reprimir a inmigrantes ilegales. Podrían ser acusados de racismo y xenofobia.
Pero han encontrado la solución.
Durante una semana, varias ciudades, en Reino Unido, han sido escenario de violentos disturbios encabezados por grupos de extrema derecha que lanzan consignas antiinmigrantes e islamofóbicas y atacan mezquitas y hoteles conocidos por hospedar a refugiados … Las revueltas empezaron tras el asesinato, el pasado 29 de julio, de tres niñas en la ciudad costera de Southport y la propagación de desinformación que atribuía el crimen a un solicitante de asilo. (BBC/6/agosto/2024.)
Axel Rudakubana (hijo de inmigrantes), que no ha expresado remordimiento por la matanza, se había declarado el lunes culpable de los cargos de asesinato a cuchilladas de Bebe King, de 6 años; Elsie Dot Stancombe, de 7, y Alice da Silva Aguiar, de 9; y de intentar asesinar a otros ocho menores y dos adultos durante una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport. (RTVE/23/1/2025.)
Resumiendo ¿cuántas veces se pedirá paciencia y serenidad a los que sufren las agresiones, dado que las autoridades no quieren imponer orden?
La solución progresista es dar la culpa a la ‘extrema derecha’. Si no fuera por la ‘extrema derecha’, Rudakubana habría asesinado a tres niñas y la gente políticamente correcta- no de ‘extrema derecha’- habría quedado en casa viendo la tele y tomando cerveza.
Sin embargo, de cada vez más, los ciudadanos europeos rechazan esta explicación de las autoridades políticas. O sea, la culpa no es de la ‘extrema derecha’, la culpa es suya.
Son ellos los que fomentan una inmigración ilegal y descontrolada que comete delitos que silencian para no asustar a la gente. Son ellos los responsables del estúpido suicidio de Europa. No en vano la periodista Oriana Fallaci, bautizó a Europa como Eurabia.
Además, quieren ilegalizar al malo oficial, ‘la extrema derecha’. En Alemania, el ‘establishment políticamente correcto’ (y sus agilipollados votantes) quiere ilegalizar a ADF, ¡la primera fuerza política en intención de voto! En España, la izquierda desea ilegalizar a Vox. Si lo consiguen, el siguiente es el PP.
El gobierno socialista camina hacia un golpe de Estado blando contra la democracia. Resumido: Sánchez profundiza en la autocracia, como hacen los tiranos, déspotas y sátrapas.
Ni ‘gestión y moderación’, ni ‘tender puentes’. No valen los ridículos complejos peperos de siempre. El que pacte con esta cuadrilla corrupta, incompetente y traidora que nos gobierna, es un cómplice, o un imbécil.
¡Pie en pared y alternativa, no alternancia!
Sebastián Urbina.
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