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lunes, 23 de octubre de 2006

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Leo (Temas de Hoy) un comentario al último libro del profesor Gustavo Bueno, Zapatero y el pensamiento Alicia. Un Presidente en el País de las Maravillas.


'Para el filósofo G. Bueno, lo sucedido en los últimos años de Gobierno Socialista constituye un ejemplo manifiesto de que tanto José Luis Rodriguez Zapatero como gran parte de los miembros de su partido, conciben un mundo más propio de la ensoñación infantil, que guarda evidentes paralelismos con el de los espejos o con el País de las Maravillas en los que se aventuraba de cuando en cuando la Alicia de Lewis Carroll.

Este pensamiento acrítico y que sobrepasa con mucho los límites de la utopía, es capaz de llamar personas humanas a los simios; progenitores Ay B a los miembros de las parejas homosexuales a los que se les ha concedido un niño en adopción: o fascistas a quienes vencieron en la guerra civil española; de equivocar el alcance del término solidaridad- que puede aplicarse también al comportamiento de una banda de ladrones o terroristas- ; y de plantear una Alianza de Civilizaciones sin delimitar antes lo que son éstas, encubriendo así los problemas reales de la gente bajo una nebulosa fantasiosa y carente de contenido'.




Ahí van algunos comentarios:

PRIMERO.
La sonriente superficialidad del Presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, pone en dramática evidencia el bajo nivel intelectual (dejemos aparte, por ahora, la moralidad) del actual partido socialista obrero español. ¿Eso es todo lo que puede esperarse del líder socialista de España? ¿No han encontrado nada mejor?


SEGUNDO.
¿Debemos concluir que un amplio sector de la sociedad española se lo merece? Parece que sí, puesto que vivimos en una sociedad democrática. Esto no debería escandalizar a nadie. Mucha gente llamó 'asesino' al anterior Presidente de Gobierno, J.M. Aznar, y no pasó nada. La periodista Maruja Torres (conocida progre y articulista de El País) llamó 'hijos de puta' a los votantes del partido popular, y no pasó nada.

Yo no digo que los votantes del Presidente Rodriguez lo sean. No lo creo. Pero sí me temo que alcanzan preocupantes cotas de superficialidad. Tanta, que les gusta 'el talante dialogante' del Presidente, que ha excluído de las instituciones (Pacto de Tinell) al principal partido de la oposición. Tiene tanto 'talante dialogante' que lleva años dialogando con los batasunos, brazo político de la banda terrorista ETA. Pero dice que el principal partido de la oposición se ha instalado en 'la extrema derecha'. Y claro, no se puede dialogar. Tiene tanto talante, que nunca ha condenado, de forma pública, rotunda y concreta, las muchas agresiones que han sufrido los militantes y simpatizantes del principal partido de la oposición. Y todo esto no parece importar a los millones de votantes con talante que le votan. ¿Se merecen? Parece que sí.


CUARTO.
Tiene tanto talante, que ha reiventado una memoria histórica selectiva y sectaria, pontificando (con una sonrisa, eso sí) que había 'buenos' (ellos) y 'malos' (los otros). Con esta sonriente irresponsabilidd ha favorecido la crispación y el enfrentamiento, algo que la Transición democrática había intentado superar. Y parece haber millones de ciudadanos y ciudadanas (se me ha pegado el talante) que no les importa o que parece no importarles. Es más, parecen sentirse satisfechos. ¿Esperan que los insultados sonrían, con talante? Si lo esperan, es que ya están infectados por el virus-Alicia. Si no lo esperan ¿por qué apoyan tan peligrosas insensateces?


Sebastián Urbina.

1 comentario:

  1. Anónimo10:26 p. m.

    permitame que ponga aqui untexto al que es interesante acceder para tener mayor información sobre el libro que usted comenta. Gracias


    Gustavo Bueno
    Zapatero y el Pensamiento Alicia
    Un presidente en el País de las Maravillas
    Temas de Hoy, Madrid 2006
    157×235 mm, 367 páginas, ISBN 84-8460-600-7
    Primera edición: octubre 2006 [en las librerías el 10 de octubre]
    2ª impresión: noviembre 2006 [en cubierta figura como 2ª edición]

    Para el filósofo Gustavo Bueno, lo sucedido en los últimos años de Gobierno socialista constituye un ejemplo manifiesto de que tanto José Luis Rodríguez Zapatero como gran parte de los miembros de su partido conciben un mundo más propio de la ensoñación infantil, que guarda evidentes paralelismos con el de los espejos o con el País de las Maravillas en los que se aventuraba de cuando en cuando la Alicia de Lewis Carroll. Este pensamiento acrítico y que sobrepasa con mucho los límites de la utopía es capaz de llamar personas humanas a los simios; progenitores A y B a los miembros de las parejas homosexuales a los que se les ha concecido un niño en adopción; o fascistas a quienes vencieron en la Guerra Civil española; de equivocar el alcance del término solidaridad –que puede aplicarse también al comportamiento de una banda de ladrones o terroristas–; y de plantear una Alianza de Civilizaciones sin delimitar antes lo que son éstas, encubriendo así los problemas reales de la gente bajo una nebulosa fantasiosa y carente de contenido.
    En su nueva obra, Zapatero y el pensamiento Alicia, el profesor Bueno escoge estos y algunos otros ejemplos de decisiones o pensamientos políticos –«pensamientos Alicia»– barajados recientemente por el presidente y su partido –que actúan siempre «con una sonrisa permanente», con una «actitud optimista y angelical»–, para, con la contundencia a la que nos tiene acostumbrados, demolerlos, despojándolos de retórica y evidenciando un simplismo que él considera «sistemático» y muy preocupante, pues bien puede «transformarse en pensamientos falsos, hipócritas y de mala fe».

    Noticias, reseñas, críticas y comentarios sobre este libro

    • Varios sobre el libro de Gustavo Bueno, Zapatero y el Pensamiento Alicia
    • Prepublicación de «Zapatero y el Pensamiento Alicia», La Razón, 8 octubre 2006
    • Andrés Suárez, Bueno, Zapatero y Alicia, El Comercio, 11 octubre 2006
    • Bueno, «La inteligencia de Zapatero es la inteligencia del tahúr, del trilero», EC, 12 octubre 2006
    • J. A. G., Los socialistas asturianos cargan contra Bueno, El Comercio, 13 octubre 2006
    • Bueno, «ZP necesita un microscopio para ver que la realidad es muy compleja», J. Neira, 13 oct
    • Zapatero en el país de las maravillas, Oviedo Diario, 14 octubre 2006
    • Javier Morán, Pensamiento Alicia, La Nueva España, 14 octubre 2006
    • Bueno, «La filosofía de ZP es pánfila», La Voz de Asturias, 15 octubre 2006
    • La presentación de Zapatero y el Pensamiento Alicia, Madrid, 18 octubre 2006
    • Marcelino Javier Suárez Ardura, Análisis de un pensamiento febril, El Catoblepas, 56:17
    • Antonio Sánchez, Zapatero en el País de las Maravillas, El Catoblepas, 56:18
    • Felipe Giménez, El presidente Zapatero, fiel exponente del Pensamiento Alicia, El Catoblepas, 56:19
    • En Protagonistas, con Luis del Olmo, Punto Radio, 19 octubre 2006 9:05 · audio 14:21 wma · mp3
    • Santiago Abascal, Zapatero, el Simple, Libertad Digital, 19 octubre 2006
    • En La mirada crítica, con Vicente Vallés, Tele 5, 20 octubre 2006
    • «El pensamiento de Zapatero es simplista. Todo son sonrisas», Periodista Digital, 20 octubre
    • «Zapatero, como trilero no tiene precio. Pero hay que ser muy inteligente...», Tiempo
    • Francisco Umbral, Zapatero y Alicia, El Mundo, 25 octubre 2006
    • En Esto es vida, con Javier García Mateo, Radio Intereconomía, 25 oct 15:05 · 25:01 wma · mp3
    • En Cinco lunas, con Reyes Monforte, Punto Radio, 26 octubre 2006 · audio 42:20 wma · mp3
    • En Primera plana, con Manuel García, Teleasturias, 26 octubre 2006 · video 24:23
    • Miquel Porta Perales, La blancura de la estupidez, ABC de las artes..., 28 octubre 2006
    • Bueno, «Me da vergüenza ajena que España tenga un presidente que diga esas simplezas», EC
    • Carmelo López-Arias, El «pensamiento Alicia» de Zapatero, desmenuzado por un filósofo, ESD
    • Bueno, «Me avergüenza la simpleza de Zapatero, escribo sobre él por patriotismo», LNE, 1 nov 2006
    • Justino Sinova, Zapatero y el pensamiento Alicia, El Cultural, 2 noviembre 2006
    • Silverio Sánchez Corredera, El pensamiento Alicia, La Nueva España, 2 noviembre 2006



    Algunas referencias sobre el Pensamiento Alicia

    • Bueno, «'Pensamiento Alicia' (sobre la 'Alianza de las Civilizaciones')», El Catoblepas, nov 2005
    • Ismael Carvallo, «El 'Pensamiento Viridiana'», El Catoblepas, noviembre 2005
    • Bueno, «Zapatero tiene el 'pensamiento Alicia'», El Comercio, 25 enero 2006
    • Iñigo Ongay, «Alicia en el planeta de los simios», El Catoblepas, mayo 2006
    • Bueno, Respuestas a preguntas sobre el Pensamiento Alicia, octubre 2006




    Índice del libro Zapatero y el Pensamiento Alicia

    Introducción. Definición del Pensamiento Alicia

    Pensamiento utópico y Pensamiento Alicia
    El «pensamiento» de los socialistas españoles, tras el 11-M, como Pensamiento Alicia
    El Pensamiento Alicia es simplista, pero no todo simplismo es Pensamiento Alicia
    El simplismo Alicia se manifiesta en campos muy diversos
    Plan de este libro
    Capítulo 1. Sobre la Alianza de las Civilizaciones piensa Alicia: «La Alianza de las Civilizaciones es el primer paso obligado para alcanzar la Paz universal.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    «Pensamiento subjetivo» como actividad formal de los sujetos personales
    «Pensamiento objetivo» como materia pensada
    Pensamientos objetivos denominados en función del sujeto que los pensó
    Pensamientos utópicos y Pensamientos Alicia
    El proyecto Alianza de las Civilizaciones como ejemplo genuino de Pensamiento Alicia
    El Pensamiento Zapatero de la «Alianza de las Civilizaciones» tiene, como el humo, gran capacidad expansiva
    III. Crítica
    «Civilización» y «Civilizaciones»
    La unicidad de la Civilización y la unicidad del Mundo, de Dios y del Hombre como persona
    Es disparatado pensar una «Alianza» entre Civilizaciones múltiples
    La «Alianza de Civilizaciones» es un contrasentido formal
    La «Alianza de Civilizaciones» es un absurdo en el terreno material
    Ni las civilizaciones ni las culturas son «esferas sustantivas», sino sistemas dinámicos de instituciones
    Bajo el término «Alianza» hay que entender otras cosas
    La «Alianza de Civilizaciones» como pensamiento oscurantista y confusionario
    Final
    Capítulo 2. Sobre la mujer piensa Alicia: «Como mujer, no tengo patria. Mi patria es el Mundo.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    Modo de hablar en primera persona y en tercera persona
    Este enunciado Alicia consta de tres proposiciones
    El concepto clase «mujer» y su ecualización con el concepto clase «varón»
    El «Género mujer» y el «Género varón»
    Las clases «mujer» y «varón» desde una perspectiva atributiva
    Significados diversos de las tres proposiciones de Alicia, según el tipo de clase elegida
    III. Crítica
    Final
    Capítulo 3. Sobre el diálogo piensa Alicia: «Hablando se entiende la gente.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    «Hablando se entiende la gente», como proposición descriptiva y como proposición normativa
    Términos, operaciones, relaciones: gente, hablar, entenderse
    Gente, como conjunto de términos
    Hablar, como operación
    Entenderse, como relación
    III. Crítica
    El aforismo «hablando se entiende la gente» como parte de un «sistema de aforismos»
    El sistema de aforismos implicados
    El aforismo (1) como una versión dialéctica del aforismo (8)
    El aforismo (2), «la gente se entiende si habla»
    El aforismo (3), «callando se entiende la gente»
    El aforismo (4), «hablando no se entiende la gente»
    «Hablando se entiende la gente» como aforismo imprudente
    Por qué el Rey utilizó el aforismo «hablando se entiende la gente»
    Final
    Capítulo 4. Sobre Franco y el franquismo piensa Alicia: «Franco se alzó el 18 de julio de 1936 contra la República, que se había constituido como la primera democracia parlamentaria en España en las elecciones de abril de 1931. Tras una guerra cruel Franco logró destruirla gracias a la ayuda de las potencias fascistas europeas. Con su alzamiento, Franco detuvo en España el curso de la línea de progreso democrático al que la República había logrado incorporarla, y retrotrajo a España a la época medieval (inquisición, tortura, terrorismo de Estado...). Los cuarenta años de Franco representan para la historia de España y, por supuesto, de Europa y del mundo, un tenebroso paréntesis, comparable al que Hitler abrió para Alemania (y para Europa y para el mundo). La luz que la democracia del presente ha logrado recuperar es un reflejo de la luz que la Segunda República comenzó a alumbrar hace setenta y cinco años. Esa luz llega a nosotros tras el paréntesis de los cuarenta años de franquismo. Conviene que mantengamos en todo caso fresca la memoria histórica, tanto de aquella época luminosa de la República como de la oscura época franquista que la siguió, a fin de que las nuevas generaciones puedan apreciar la grandeza de nuestra democracia, que en 1978 logró aplastar definitivamente a la dictadura franquista.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    La República de 1931 no fue una Caperucita Roja que llevaba alimentos a su abuelita España
    El lobo no se tragó a España
    El «franquismo» no es una realidad homogénea y continua
    III. Crítica
    «Juicios de hecho» y «juicios de valor»
    El simplismo de la disyuntiva franquismo (fascismo) y antifranquismo (antifascismo)
    Partidismo y parcialismo
    Del parcialismo maniqueo al parcialismo plural
    Intento de desbordar el parcialismo mediante un partidismo total negativo
    Las «democracias occidentales» ¿ayudaron a Franco?
    Política de palo y zanahoria, pero al revés
    Dialéctica de clases y dialéctica de Estados
    Final
    Capítulo 5. Sobre los derechos de los simios piensa Alicia: «Como los simios actuales (chimpancés, gibones, gorilas, orangutanes, bonobos) son parientes muy cercanos a nosotros, a las personas humanas, y como según va descubriendo día a día la investigación científica, genética y etológica es cada vez mayor el número de relaciones de semejanza o igualdad entre ellos (los simios) y nosotros (las personas humanas), parece obligado extender a los simios los derechos que atribuimos a las personas humanas. Sólo de este modo, guiados por el avance de la ciencia moderna, podremos comenzar a reparar la injusticia, el horror o el ensañamiento que suelen estar implicados en el trato discriminatorio que es costumbre dar a nuestros primos hermanos, como si fueran bestias estúpidas o autómatas que pudieran ser descuartizados en vivisecciones pseudocientíficas, sea para extraer de ellos órganos para implantar en los hombres, o que puedan ser vejados, enjaulados, torturados, humillados o exterminados en el circo, en el zoo o en el ring, para entretener nuestro aburrimiento.»

    I. Paráfrasis
    Contra los autómatas cartesianos
    Darwin «pone en marcha» los cuadros del tablero de Linneo
    El darwinismo paleontológico y la revolución etológica y genómica
    Los antepasados del hombre ya no existen; pero sí sus primos hermanos
    II. Análisis
    Igualdad fuerte, igualdad débil
    Las relaciones de igualdad o semejanza entre simios, hombres y personas carecen de sentido si no se dan los parámetros
    Seres humanos y personas humanas: hombres y personas
    Conceptos autotéticos y conceptos alotéticos
    «Hombre» como concepto autotético; «Personas humana» como concepto alotético
    Sobre las diferencias entre simios, hombres y personas
    Sobre las «razas humanas»
    La relación de «dominación»
    Esbozo de una doctrina transformista del hombre en persona humana
    La persona humana no es un concepto unívoco, sino análogo
    La persona humana no es definible positivamente por atributos autotéticos; requiere atributos alotéticos
    Las personas forman una clase oblicua, que no es unívoca
    La persona humana como familia de instituciones análogas, a veces enfrentadas entre sí
    III. Crítica
    Final
    Capítulo 6. Sobre la solidaridad piensa Alicia: «El principio de Solidaridad –que podría expresarse en este precepto: ‘Debéis ser solidarios’– es la norma ética más segura que los hombres hayan podido llegar a formularse como guía en su marcha por los caminos que conducen a una paz universal y duradera.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    Solidaridad personal y solidaridad impersonal
    Solidaridad definida y solidaridad indefinida
    La solidaridad entre los hombres y las personas humanas
    Cuatro situaciones de solidaridad humana
    Dos modalidades de la solidaridad definida
    Las solidaridades simples como aspectos abstractos de solidaridades complejas
    Las solidaridades armónicas (amistosas) implican siempre algún tipo de antagonismo
    Solidaridades indefinidas
    La solidaridad originaria
    Evolución de la idea de solidaridad a partir de su sentido «moderno»
    La solidaridad, en sentido moderno, deriva de otras acepciones previas, sobre todo jurídicas
    El sentido moderno de la solidaridad es el de la solidaridad indefinida
    La idea de solidaridad de Leroux, ¿se fundamenta en un humanismo absoluto?
    Solidaridad y fraternidad
    De la «solidaridad cósmica» a la «solidaridad sociológica»
    «Solidaridad mecánica» y «solidaridad orgánica»
    Otras fundamentaciones de la solidaridad: solidaridad individualista y solidaridad jurídico-socialista
    La fundamentación política de la solidaridad
    III. Crítica
    La solidaridad Alicia es una solidaridad formal
    La solidaridad se enfrenta muchas veces a los valores éticos
    Valores éticos, morales y políticos enfrentados a la solidaridad
    La solidaridad enfrentada a la solidaridad
    El principio formal de solidaridad encubre los fundamentos de la conducta
    El principio formal de solidaridad como principio confusionario
    Final
    Capítulo 7. Sobre la memoria histórica piensa Alicia: «Una sociedad sin historia es una sociedad condenada a repetirla, es decir, por tanto, a repetir los errores (y los crímenes) del pasado. Por ello, cuando hablamos de España, es necesario recuperar y mantener la memoria histórica y muy particularmente la memoria histórica de la Guerra Civil española y de la dictadura franquista si no queremos repetir sus horrores.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    La Historia objetiva se mantiene en un plano distinto de aquel en el que actúa la «memoria histórica»
    La Historia obra del Entendimiento (como capacidad de juzgar) y de la Razón, no de la Memoria ni de la Imaginación
    Memorias individuales que no pueden ser eliminadas del tejido de la Historia objetiva
    Los futuribles
    Sobre la «responsabilidad» en Historia
    III. Crítica
    La llamada memoria histórica no puede considerarse activada por la «curiosidad hacia el pretérito»
    ¿Por qué los enfrentamientos partidistas del presente estimulan la llamada «memoria histórica»?
    Una ilustración del modo como el parcialismo partidista puede actuar como estímulo de la memoria histórica
    Final
    Capítulo 8. Sobre el pluralismo cultural piensa Alicia: «La pluralidad de culturas (de ‘esferas culturales’, acaso de ‘civilizaciones’) es un hecho incontestable. Pero constituiría un absurdo ejercicio de etnocentrismo cultural cualquier proyecto político que, inspirándose en el principio de jerarquía y desigualdad entre las culturas, rayano con el racismo, se orientase hacia la hegemonía de una cultura dada (por ejemplo la ‘cultura o civilización occidental’) sobre todas las demás. La única política posible habrá de inspirarse en el reconocimiento de la igualdad de todas las culturas, y en el respeto mutuo entre ellas, ya sea en la forma de separación o de coexistencia pasiva (‘iguales pero separados’), ya sea preferentemente en la forma de cooperación o coexistencia activa y armónica, de acuerdo con el proyecto de la Alianza de las Civilizaciones.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    La Idea de las «esferas culturales»
    La Idea de las «esferas culturales» está en la base de la disyuntiva entre el etnocentrismo, el relativismo y el pluralismo cultural
    Alcance de cada una de las tres opciones disyuntivas
    III. Crítica
    Contra la sustancialización de las «esferas culturales»
    Contra la sustancialización de los componentes de las «esferas culturales»
    Final
    Capítulo 9. Sobre España y la Nación española piensa Alicia: «No veo por qué hay que hacer tanto ruido en el momento de debatir la reforma de los Estatutos de las Comunidades Autónomas sobre la cuestión de si España es o no es una Nación (o una nacionalidad, o una realidad nacional), o si son o no son naciones (o nacionalidades, o realidades nacionales) Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, País Vasco, Galicia, Aragón, etc. Pues España, Andalucía, Comunidad Valenciana, etc., son lo que son; por tanto, llamarlas Naciones, nacionalidades o realidades nacionales es sólo cuestión de palabras (‘cuestiones semánticas’) o de sentimientos (‘de sensibilidades’). Cada cual que las llame como quiera y las sienta como lo mande su sensibilidad. Lo único que hace falta es que haya paz, que nos respetemos unos a otros democráticamente nuestras palabras y nuestros sentimientos, y Dios dirá.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    Diferencia de conceptos, no sólo de palabras
    Nación en sentido étnico-cultura y Nación en sentido político
    El término «nación» es un universal que se despliega en tres géneros diferentes
    Nación en sentido biológico, o de primer género
    Nación en sentido étnico cultural, o de segundo género
    La nación histórica, como especie del segundo género, no es aún Nación política (o de tercer género)
    La Nación en sentido político, o de tercer género
    La nación fraccionaria, segunda especie del tercer género de Nación, o Nación política
    Involucración de los diversos géneros y especies de nación
    Los términos «nacionalidad» y «realidad nacional» dependen de la Nación como la sonrisa del gato depende del gato
    El dilema aplicado a la España de las Autonomías
    Si España es una Nación política (del tercer género) las «nacionalidades autonómicas» sólo podrán ser naciones del segundo género
    Si las nacionalidades (o realidades nacionales) son Naciones políticas, España no podrá ser Nación del tercer género, sino, a lo sumo, de segundo género
    III. Crítica
    Final
    Capítulo 10. Sobre la democracia piensa Alicia: «La transformación de las sociedades despóticas en sociedades democráticas ha permitido a los hombres alcanzar la libertad y la igualdad como personas, sujetos de derechos civiles y políticos. En consecuencia, la condición de demócrata habrá de asumirse como título de legítimo orgullo por cualquier hombre consciente de que la fuente de su dignidad como persona humana, mana precisamente de la sociedad democrática de la que forma parte. Sólo con la democracia cada hombre podrá relacionarse de mil maneras con los demás, cambiando de discursos y de pases cuando haga falta. No olvidemos nunca que la esencia de la democracia es la cintura.»

    I. Paráfrasis
    II. Análisis
    Democracia ideal y democracia realmente existente; democracia formal y democracia material
    No sólo hay diversas formas de democracia real; también hay diversos tipos de democracia ideal
    Democracia formal en el plano específico político y en el plano genérico
    Democracia procedimental como democracia formal genérica
    Democracia formal específica
    No son «déficits» de la democracia las condiciones necesarias para su existencia
    La materia de la democracia no se agrega a una forma previamente dada, sino que es la forma democrática la que brota de la materia
    El punto de partida es la materia de la democracia, no su forma ideal
    La libertad objetiva como materia de la democracia política
    La materia de la sociedad democrática es la sociedad de mercado pletórico, y de ella brota la libertad objetiva
    Conexión entre mercado pletórico y la libertad objetiva
    La libertad es un proceso social, no sólo individual
    El sufragio universal
    III. Crítica
    La democracia supone la libertad-de... respecto del régimen autocrático
    La libertad positiva (libertad-para) y la democracia
    Límites estructurales de la libertad positiva del elector democrático
    La democracia y la igualdad.Tributación y confiscación
    Final
    Capítulo 11. Sobre el humanismo piensa Alicia: «El humanismo es la única ideología decente que puede tomarse como fundamento para ordenar la convivencia humana en el mundo globalizado del siglo XXI.»

    I. Paráfrasis
    Todos los «valores decentes» proceden del hombre y terminan desembocando en él
    Humanismo y pacifismo
    El pacifismo como «falsa conciencia»
    II. Análisis
    «El hombre es la medida de todas las cosas»
    Humanismo y personalismo
    III. Crítica
    El «hombre» no es una unidad originaria de medida de todas las cosas
    El círculo vicioso del humanismo: definir el humanismo por el hombre y el hombre por el humanismo
    Diferentes modelos de humanismo y de hombre
    Educación humanística
    Educación, ¿para qué?
    Educación cívica como humanismo
    En qué condiciones la educación en la cultura de un pueblo puede considerarse educación humanística
    Humanismo como pacifismo, como abolicionismo, como democratismo
    Crítica a dos panfletos humanísticos
    El «ideal de la Humanidad»
    Crítica del Manifiesto humanista 2000
    Final
    Final. El «Pensamiento Alicia» se vuelve pensamiento de mala fe

    Bibliografía

    Índice onomástico




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    Fundación Gustavo Bueno
    www.fgbueno.es

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