La imputación de Miquel Nadal y el desprestigio del Poder Judicial
En el año 85, Alfonso Guerra afirmó que “Montesquieu estaba muerto y enterrado” tras la aprobación de la ley que hacía depender de los poderes legislativo y ejecutivo el nombramiento de los magistrados de las instancias judiciales superiores. Veinticuatro años después, el oportunismo con el que parecen iniciarse determinadas acciones judiciales y lo selectivo de las personas afectadas siguen alimentando la pésima impresión que del Poder Judicial tienen los ciudadanos desde aquel momento.
La mayoría de los mallorquines creerían ingenuo considerar casual que, justo en el momento en el que Unió Mallorquina puede provocar la ruptura del actual pacto de gobierno, por mantener la enmienda a
La Fiscalía Anticorrupción debe actuar siempre que sea necesario y sus acciones siempre serán bienvenidas. Pero que tengan lugar en el momento más delicado para el futuro del pacto de gobierno en Baleares, y en contra de una facción concreta del socio díscolo, suscita entre la ciudadanía serias dudas sobre su independencia y sobre la calidad de la democracia española. El manejo oportunista de la fiscalía es una práctica obscena más propia de regímenes políticos corruptos; queremos tener el convencimiento de que con sus actuaciones la Fiscalía probará lo contrario y que la casualidad sólo es fruto de la -no por habitual menos despreciable- estrategia partidista de dosificar ciertas informaciones.
Unión Progreso y Democracia (UPyD) ha denunciado siempre y denunciará las prácticas de partidos minoritarios que rentabilizan sin escrúpulos el escaso porcentaje de votos cosechado. Es el caso de UM: las noticias al respecto son un goteo incesante en los medios de comunicación. Pero UPyD también quiere recordar que nada de eso sería posible sin que los partidos poderosos hiciesen el juego a estas minorías, con el burdo objetivo de ocupar el poder a toda costa y como fin en sí mismo.
Mucho más grave aún sería que un poder fundamental de los que consolidan el sistema de contrapesos de una democracia, el Judicial, se convirtiese en parte imprescindible de esa forma de hacer política y se prestase a mantener engrasado un sistema que beneficia a determinado partido mayoritario. Definitivamente, los españoles estaríamos desprotegidos, pues si la vulneración de la ley no fuese perseguida cuando no conviniese, y sí lo fuera, y con saña, cuando interesase a los que detentan el poder, nadie podría confiar en que el Estado estuviese capacitado para su función primordial: preservar a los ciudadanos frente a la injusticia, el abuso y la coacción.
Es urgente, pues, que el Estado se replantee la estructura y el procedimiento de provisión de los puestos en
UPyD Islas Baleares
Portavoz:
http://www.upyd.es/baleares (web de UPyD Islas Baleares)
¿Ah sí? ¿Y en qué le favorece al PSIB que la fiscalía impute a Nadal? Habrá que destituirlo, o convocar elecciones,o gobernar en minoría, no sé que gana Antich con todo eso.
ResponderEliminarJimi.
A nadie le gusta que le impute la Fiscalía, en el supuesto de que los socialistas (supuesto imposible en un Estado de Derecho)pudieran dar órdenes a los Fiscales y dirigir las acusaciones a conveniencia. Aviso a navegantes.
ResponderEliminarAntich perdió unas elecciones y no pudo revalidar su primer mandato. Aprendió la lección y para no repetir la experiencia, lanza otra andanada judicial hacia sus socios. Sabe que si caen cabezas, crecerán otras con rapidez. La pela es la pela y los fiscales son del que gobierna, en este estado de deshecho.
ResponderEliminarFERNANDO SANTAYANA