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viernes, 5 de junio de 2009

¿IGNORANCIA O PELOTEO?

Publicado el 4 Junio, 2009 |(MD)

El historiador Fernando García de Cortázar considera que las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre Al Andalus responden a una “visión idílica” de aquel periodo histórico, subrayando que tanto musulmanes heterodoxos como cristianos y judíos sufrieron la implacable acción intolerante del Islam”.

“Me parece que sus declaraciones obedecen a una visión demasiado idílica de lo que fue el Islam en los siglos del Al Andalus”, ha dicho en referencia a las afirmaciones de Obama en en las que defendía la “libertad religiosa” y ponía como ejemplo del Islam tolerante a Al Andalus.

García de Cortázar asevera en este sentido que “el Islam tolerante del que habla Obama no existió más que en breves momentos”, apuntando que “aquel no fue ese modelo de fraternidad que a veces describen los historiadores”.

Es claro que el Islam reprimió a grandes figuras propias y ajenas y que tanto musulmanes heterodoxos como cristianos y judíos sufrieron la implacable acción intolerante del Islam”, asevera el historiador García de Cortázar.

Por otro lado, indica que si bien la Iglesia Católica “en buena medida” secularizó su discurso –”y de ahí la obra de Santo Tomás incorporando la filosofía de Aristóteles”–, este fenómeno de secularización “no se produjo ni en el Islam ni en el mundo judío”.

Obama destacó ayer en El Cairo que el Islam “tiene una orgullosa tradición de tolerancia”. “Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición”, afirmó el presidente de EEUU en un discruso en el que pidió a “los países occidentales que eviten impedir que los musulmanes practiquen su religión”.

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NO SE PUEDE SER TOLERANTE CON LOS INTOLERANTES.

La Historia enseña que siempre que los tolerantes han hecho cesiones a los intolerantes, estos últimos han aumentado su intolerancia. Es decir, que el famoso 'diálogo' no sirve siempre y con todos. Solamente sirve cuando las dos partes aceptan las mismas reglas de juego y el mismo respeto por la dignidad humana. Se puede ser flexible y comprensivo con muchas cosas, pero no con los principios. Si esto falla, emerge con fuerza la figura de Grouxo Marx: 'Tengo estos principios, pero si no le gustan tengo otros'.

Debemos recordar, una vez más, los inútiles esfuerzos de Chamberlain para apaciguar a Hitler. Los europeos querían la paz. ¡Por supuesto! ¡Como cualquier persona decente! Pero la cruda realidad terminaría imponiéndose. Y fue Churchill el encargado de hablar claro y sin tapujos.


'Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor».

Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.

Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una palabra: Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia.


¿Aprenderemos la lección? Lo dudo.


Sebastián Urbina.
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Fernando García de Cortázar: "Al Andalus no era ningún sueño de convivencia"

08.06.09 | 02:02. Archivado en Política, Sociedad
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Miguel Pato (PD)-. El Premio Nacional de Historia 2008 analiza las recientes declaraciones del presidente de EEUU en el que pone como ejemplo de entendimiento de las culturas lo que fue en España Al Andalus y el esplendor de Córdoba en el siglo X. García de Cortázar es tajante al afirmar que las “asociaciones que saltan por los siglos son siempre falaces y peligrosas”.

¿La convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos en Al-Andalus fue tan rica como popularmente se cree?

Culturalmente dio muchos frutos, pues parte de la sabiduría clásica llegó a Europa a través de Al-Andalus. Ahora bien, aquel mundo no era ningún sueño de convivencia y sólo el siglo XIX con su búsqueda de paraísos exóticos y felices ha podido llegar a afirmar ese ensueño romántico.

¿Es un ejemplo que realmente deberíamos de aplicar hoy en nuestras relaciones internacionales?

No. Es absurdo. Al Andalus era un mundo extremadamente violento y cruel. El Islam era y es una teocracia, a la que le resulta difícil aceptar la modernidad. No ha tenido los procesos de secularización que ha tenido la teología cristiana con un Tomás de Aquino de intérprete de Aristóteles.

¿Era un entorno tan idílico, en cuanto a libertad religiosa se refiere, como suelen creer algunos?

Ni mucho menos. Judíos y cristianos debían pagar impuestos especiales y gozaban de menos derechos que los musulmanes, eran súbditos de segunda. A las discriminaciones de la Córdoba Omeya, hay que sumar, además, las persecuciones religiosas de almorávides y almohades. Averroes, sabio musulmán, y Maimónides, sabio judío, sufrieron el peligroso fanatismo de los segundos.

¿Se equivoca Obama cuando habla de aquella Córdoba y dice que coincide en el tiempo con la Inquisición?

La Inquisición se crea en el siglo XIII para combatir la herejía albigense en Francia, y el esplendor de la Córdoba califal se produce en el siglo X. Por cierto, en esa Córdoba de las luces se castigaba la blasfemia contra el profeta con la pena de muerte.

Estas declaraciones de uno y otro presidente, ¿cree que podría despertar las aspiraciones que algunos grupos islamistas radicales han expresado sobre Al-Andalus?

No. El islamismo radical se ve como espada del Todopoderoso y venera el rayo del terrorismo sin necesidad de que ninguna declaración de ningún presidente occidental despierte sus aspiraciones. El islamismo radical es presa de una rabia ciega contra los logros de la modernidad. Y, por mucho que apele a la conquista de Granada o al hundimiento del imperio otomano, sus jóvenes guerreros son más hijos del nihilismo que del historicismo.

¿El presidente de EEUU persigue una utopía con estos mensajes en su política exterior? ¿Y el nuestro con la Alianza de Civilizaciones?

Lo dice usted muy bien, se trata de una utopía. Los dos mensajes se mueven en el terreno de los deseos y no en el de las realidades, que tristemente pasan por la capacidad de destrucción de una ideología teocrática que no ha evolucionado desde Mahoma.

¿Hasta que punto es una buena estrategia usar la Historia del medievo para política exterior?

Es absurdo. No tiene ningún sentido. La Edad Media dista años luz del presente. Es otro mundo. La Historia no pasa en balde: esas asociaciones que saltan por los siglos son siempre falaces y peligrosas

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