Publicado Lunes , 08-03-10 a las 18 : 02
La tensión ha estallado en Salt y aunque las llamas se han apagado las brasas siguen ardiendo. Sólo una calle separa de la immortal Girona este municipio de 30.000 habitantes pero los problemas que acusan los saltenses parecen distar un abismo de los que sufren sus vecinos de la capital. Independiente de Girona desde hace 27 años Salt ha acogido todas las oleadas immigratorias posibles.
Lo que en los años setenta no representó para andaluces y extremeños otras diferencias que las propias de la lengua ha creado ahora un auténtico polvorín para unos autóctonos que han visto como proliferan como setas los locutorios, las mezquitas, las carnicerias islámicas y los badulaques. No hay marcha atrás.
Lo que en los años setenta no representó para andaluces y extremeños otras diferencias que las propias de la lengua ha creado ahora un auténtico polvorín para unos autóctonos que han visto como proliferan como setas los locutorios, las mezquitas, las carnicerias islámicas y los badulaques. No hay marcha atrás.
Con un indice de inmigración que supera el 40%, la crisis económica ha añadido más leña a un fuego que arde sin tregua en las cabezas de los que piden a voces regularización. Una manifestación a las puertas del ayuntamiento, que se acabó trasladando al interior de la casa consistorial, obligó a suspender la semana pasada un pleno que tenía que aprobar las cuentas municipales. Era la chispa que faltaba para sacar a flote las tensiones que anidaban sobre unas calles donde cada día resuenan más las peticiones de una mayor seguridad.
En diez años la cifra de población immigrante en Salt pasó del 6% al 40%. Coincidió con el periodo en que Jaume Torramadé, el actual portavoz de CiU en la oposición, mandaba en el ayuntamiento. Muchos fueron los que, descontentos con la abundancia de nuevos vecinos, han malvendido a subsaharianos y magrebíes sus pisos de Torras y Bages y Angel Guimerá, las calles que se han convertido en el feudo de los nuevos saltenses. Los autóctonos que se quedaron no han dejado de advertir desde entonces del peligro que supone esa oleada.
Tanta immigración de golpe no es asimilable ni por unos, cada vez menos empáticos con los recién llegados, ni por otros, que ven innecesario cambiar sus costumbres en un sitio que se parece cada vez más al lugar que dejaron al cruzar el Estrecho.
Más seguridad
Los impulsores de la manifestación que forzó la suspensión del pleno insisten en que no es una cuestión de racismo sino de inseguridad. Así lo expone Pere Vila, vecino que se ha erigido en uno de los impulsores de la protesta y que pone de manifiesto que todo se desencadenó cuando decidideron que estaban hartos de sufrir robos. «Fue una manifestación relacionada con la inseguridad, no con el racismo» sentencia.
El boca oreja propició que unas 300 personas se congregaran a las puertas del Ayuntamiento y desplegaran pancartas alusivas a la inseguridad y en contra de la gestión llevada a cabo por el equipo de gobierno que comanda la joven alcaldesa socialista Iolanda Pineda. Vila recuerda que «Salt ha crecido un 1000% en diez años y no puede ser que haya las mismas dotaciones policiales que entonces». Incluso la alcaldesa confesó que «a mi también me han robado dos veces».
A partir de aquí las protestas se adueñaron de las calles y a pesar del incremento de la presencia policial —unidades de los antidisturbios de los Mossos han sido enviadas de manera permanente a Salt— los dos bandos terminaron por encontrarse y escenificar las disputas. Los immigrantes se quejan de que sus conciudadanos les miren con malos ojos por el hecho de hablar y vestir distinto y por rezarle a otro Dios e insisten en que no todos son delincuentes.
Antecedentes
Uno de los más vehementes con este planteamiento ha sido un joven magrebí que cuenta con una docena de antecedentes penales por robo y otros delitos y que sigue campando a su anchas por la calle. De hecho, sus antecendentes penales no le impidieron sentarse con la alcaldesa en la reunión que ésta celebró el lunes con representantes de diferentes asociaciones de immigrantes. Este individuo, que ante las cámaras y ante la estupefacción de muchos de sus vecinos se ha quejado por sentirse perseguido, escuchó esbozando una sonrisa como la alcaldesa pedía más control sobre los delincuentes reincidentes.
Al término del encuentro el portavoz de la asociación Al Hilal, la mayoritaria en Salt, celebraba haber podido hablar con la alcaldesa y con el jefe de los Mossos de Esquadra y de la policia local. Mohammed Attouil dice estar «satisfecho» por el resultado del encuentro.
También estuvo allí Zaira Ben Shaial, del colectivo de mujeres musulmanas, quien negó que los musulmanes veten la integración de la mujer a la cultura occidental. El penúltimo paso dado por Pineda fue reunirse, el martes, con el presidente de la Generalitat, Jose Montilla, y con conseller de Interior, Joan Saura. La alcaldesa recorrió el camino de regreso a casa con la promesa que la Generalitat mantendría el refuerzo policial en el municipio.
Mientras, los comerciantes y vecinos de Salt siguen asegurando con doble cerradura sus puertas y garajes y las miradas de recelo cruzan las aceras. Algunos se frotan las manos. La xenófoba Plataforma por Cataluña ya ha anunciado que presentará candidatura en Salt las próximas elecciones. (M.R. CASTILLO)
Pues hoy nos hemos desayunado con la noticia de una batalla campal entre bandas latinas y magrebíes en Palma:
ResponderEliminarhttp://ultimahora.es/mallorca/noticia/sucesos/ultimas/seis-detenidos-en-una-batalla-campal-entre-bandas-en-palma.html
Pero noestros políticos mirarán hacia otro lado hasta que el problema no tenga solución. Como hacen siempre. Todo con tal de no ser políticamente incorrectos.
Es un escándalo. No hacen nada. Es como las carreteras en mal estado. Hasta que no se muere alguien, no actúan. Y no es seguro.
ResponderEliminarRecuerdo que en su momento creía que R. Reagan era imbécil (el imbécil era yo) pero, con el tiempo, fui aprendiendo algo. Recuerdo una frase suya: 'Los políticos no son la solución; son el problema'.
Esto, por supuesto, debe entenderse no en sentido absoluto pero sí en el sentido (que los intervencionistas, socialistas y demás no quieren entender) de que el Estado debe ser pequeño y eficaz, además de controlado. No al aumento exponencial de políticos, funcionarios y empresas públicas y lo que viene detrás, inevitablemente. En fin, que tenemos un serio problema. Y es sólo el principio.
Menos mal que hay gente joven, culta e inteligente como María, que se entera y se preocupa por la realidad que nos afecta. En vez de hacer el avestruz.
Hay una frase de Groucho Marx, que viene a decir lo mismo que la de Reagan, que siempre me ha hecho mucha gracia: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados."
ResponderEliminar