INSOPORTABLES.
(Primera
cuestión. El límite siempre está en la violencia física, dice la señora Colau. Pues bien, sus amigos
del Parlamento catalán han invitado a Otegi. Y le han dado besitos.
En
cuanto a la libertad de expresión. Supongamos que en un acto oficial de la
Generalidad, o el Ayuntamiento de Barcelona, se presentan un centenar de personas
con la bandera española y silban el himno catalán y a los políticos. ¿Qué pasaría?
Se
lo puede imaginar. Y si no se lo imagina es que es tan cenizo- perdón por ser
tan suave- como ellos.
Lo
de siempre. Las dos varas de medir. Ellos- los catalanistas- pueden hacer lo
que quieran. Incluso incumplir sentencias judiciales firmes. No pasa nada. Tampoco
les pueden pitar a ellos porque sería catalanofobia. Pero ellos sí pueden
berrear, pitar y hacer el borrico- con perdón de los borricos- porque es
libertad de expresión.
¿Por
qué hay tanta gente que no soporta a los catalanistas?)
‘El
límite siempre está en la violencia física'.
Colau defiende el ultraje al himno: 'Hay que preguntarse por qué se pita'.
La regidora podemita asegura que, aunque pueda ofender a muchos españoles, "no hay que reprimir la libertad" de pitar al himno o a una institución -en referencia a la Monarquía-.
(La Gaceta)
"Hay que preguntarse porqué..." ¿Porqué se pitan los símbolos? ¿Porqué se pueden llenar las calles con manifestantes? ¿Porqué en Andalucía, pese al paro, pese a los ERE, pese a todos los pesares, llevan tantos años con el mismo régimen? Quizás por eso mismo. Porque más de treinta años con los mismos al mando, con los mismos educando y con los mismos informando y propagando, inficionan cualquier caletre, con más motivo nuestros cocos, simplemente humanos y dados a pensar de prestado y según nos dicen.
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