ESTUPIDEZ, ODIO Y VIOLENCIA.
¿Qué es la estupidez? Carlo Cipolla, en su libro ‘Allegro
ma non troppo’ nos expone, entre otras muchas cosas, las leyes fundamentales de
la estupidez humana, que demostrarían la abundancia del número de estúpidos que
nos rodean y el gran poder que tienen.
Pero ¿qué es la estupidez? El mismo autor nos aclara que una persona es
estúpida cuando causa daño a otra sin obtener beneficio y, además, se causa
daño a sí mismo.
Parece que el problema de la estupidez no
reside en la sensación o sensaciones que tengamos, sino en la concordancia de nuestras
sensaciones con la realidad. Si nuestras sensaciones son acordes con la
realidad, acertamos. Si no son acordes con la realidad, nos equivocamos. ¿Estar
equivocado es estúpido? Claro que no. Lo estúpido es ser capaz de
autoengañarse, hasta tal punto, que nuestras sensaciones (falsas) se impongan a
la realidad. La realidad es la que es, al margen de nuestras percepciones. Por
ejemplo, ‘ahora llueve’.
Pero la realidad puede ser
diversa, en un sentido ontológico. La realidad ‘ahora llueve’, es una realidad
física que nadie, salvo los muy trastornados, serían capaces de negar. Da igual
que uno sea de derechas, de izquierdas, feminista, animalista, revolucionario,
etcétera. Es un tipo de realidad que no se discute por nadie mentalmente cuerdo.
Pero hay otros tipos de
realidades. Pongamos un ejemplo. The Economist, según Wikipedia, es una
publicación que ha sido reconocida en el ámbito
periodístico internacional por el rigor de sus artículos, que
no suelen ir firmados; el consejo editorial se hace responsable colectivamente
de la información.
Pues bien, las diversas campañas
independentistas catalanistas, han intentado internacionalizar el juicio contra
sus líderes procesados por golpismo, (presentándolos como presos políticos, no
como políticos presos) mediante la descalificación de la democracia española. Un ejemplo, ‘’Torra celebra el 1-O como la lucha “contra la barbarie”
del Estado español. (Crónica
Global/María Jesús Cañizares/1/10/2019.)
Sin embargo, The Economist afirma que España es una de las únicas 20 "democracias plenas". Añade que es el Quinto mejor país del G-20, solo por detrás de Canadá, Australia, Alemania y Reino Unido. (El Periódico/9/1/2019.)
Aquí nos enfrentamos a otro tipo de
realidad, diferente a la lluvia. Para empezar, la realidad percibida por el
presidente de la Generalidad, Q. Torra. Aunque pudiera estar mintiendo, lo más
probable es que crea que su percepción de la realidad concuerda con la realidad
real. Esto no sería un problema, si la percepción de Torra le afectara
solamente a él. En tal caso, lo normal sería internarlo en un psiquiátrico.
Sin
embargo, es un problema serio porque afecta a mucha gente. Aunque no se puede
ser totalmente preciso, afectaría a un 30/ o 40% de catalanes. Estos catalanes
catalanistas creerían que España les roba y, en consecuencia, deben independizarse
para no ser expoliados y oprimidos.
No analizaré el efecto que ha
producido en las mentes de muchos catalanes, décadas de control catalanista del
sistema de educación/adoctrinamiento y de la mayoría de los medios de
comunicación, sumisos y subvencionados. Ahora tenemos que confrontar dos tipos
de realidades, las percibidas por Torra y los independentistas- por una parte-
y la percepción que tiene la prestigiosa revista The Economist.
Son dos
percepciones de la realidad drásticamente diferentes. Dado que no se trata de
la percepción anteriormente citada, de que ‘ahora llueve’, ¿A quién deberíamos
creer si nos interesa la realidad real?
Dejo aparte- y no por carecer de
importancia- la opinión de millones de catalanes no independentistas y la
opinión de otros millones de españoles. Una gran mayoría rechaza la idea de que
el Estado español sea una muestra de ‘barbarie’. Además, las leyes vigentes,
son leyes democráticas votadas en el Parlamento. Hay más. Ningún gobierno democrático
del mundo ha apoyado estas declaraciones, falsas y victimistas, de los
dirigentes separatistas catalanes.
¿Ha llegado el momento de concluir
que proclamar la ‘barbarie’ del Estado español es de estúpidos? Esperemos un
momento. Recordemos que, según Carlo Cipolla, no basta hacer daño al prójimo
sin beneficio, sino que, además, hay que hacerse daño a uno mismo. Tal vez los
independentistas antiespañoles no se han dañado a sí mismos. Tal vez, estén
haciendo un buen negocio. ¿Es así?
Dos catalanes, ingenieros y economistas, Josep
Borrell y Joan Llorach, publicaron ‘Las cuentas y los cuentos de la
independencia’, en enero de 2014. Su diagnóstico es rotundo: Junqueras y Mas
han estado engañando a los catalanes en muchas cuestiones. En particular,
desmonta la extendida creencia de que, con la independencia, Cataluña
dispondría, de forma inmediata y permanente, de 16.000
millones de euros adicionales que
España les roba a los catalanes.
Según afirman los autores del libro, Junqueras y Artur Mas
han estado engañando a los catalanes. O sea, no se trata de que perciban
erróneamente la realidad, es que han estado engañando. Se puede estar enamorado
de una mujer- o de Cataluña- y no percibir la realidad real. Pero engañar es
otra cosa. Los dirigentes separatistas catalanes han engañado, y esto supone
consciencia del engaño. Les ha dado igual engañar porque tenían en mente- voy a
suponer que son limpios de corazón y de bolsillo- la liberación absoluta, la
feliz independencia de Cataluña.
Llegados a este punto, tenemos que preguntarnos si son
mentirosos, o son estúpidos. Mentirosos, por haber engañado conscientemente a muchos
catalanes para conseguir su apoyo. O sea, sí a la independencia (ilegal) de
Cataluña. No a España que nos roba y oprime.
O, tal vez, se trata de estúpidos que se creen listos. ¿Por
qué? Porque han emponzoñado y dividido a la sociedad catalana entre los buenos
(independentistas) y los malos (no independentistas). Que es el peor daño que un
político puede hacer. Aparte de los serios perjuicios económicos que todos los
indicadores- también catalanes- confirman.
El prestigioso penalista, Enrique Gimbernat, escribió en El
Mundo: 'Los secesionistas seguirán exigiendo la amnistía (se refería a la
sentencia del TS, octubre 2019) porque el independentismo catalán se
caracteriza por la irracionalidad'.
¿Tendrá, la irracionalidad,
algo que ver con la estupidez?
Estupidez, odio y violencia.
Sebastián Urbina.
(Publicado en ElMundo/Baleares/28/10/2019.)
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