Que el socialista Sánchez crea- realmente- que la respuesta de la oposición a este gobierno de comunistas bolivarianos, separatistas antiespañoles y un mentiroso sin escrúpulos de presidente, es un berrinche. O sea, una pataleta. Un enfado de niño.
O el socialista Sánchez es consciente de que ha mentido como un bellaco- desdiciéndose de sus afirmaciones sobre comunistas y separatistas- y desprecia a la oposición, en una muestra más de chulo de discoteca.
O sea, no sólo es consciente de que ha mentido en cuestiones de extrema gravedad, es que forma un gobierno que odia a España y a la Constitución.
Más repugnante es difícil. Este es el PSOE de Sánchez. Traición y corrupción.
¿Habrá muchos españoles que voten a estos desalmados sin es
crúpulos? ¿Tan bajo ha caído este pueblo aborregado?)
Sánchez concluye el debate provocando a las derechas: “No sigan en el berrinche, acéptenlo”.
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