A finales del s.XIX e inicios del XX, Cataluña contaba con, escasos, dos millones de habitantes. Hoy sumamos casi ocho, a pesar del crecimiento vegetativo negativo de la población. Estos casi seis millones de catalanes nuevos venimos, fundamentalmente, de otros rincones de España; y, sin embargo, somos catalanes por que son ciertas, también para Cataluña, las palabras de don Narcís Soler Masferrer, entonces profesor de Prehistoria en la Universidad de Gerona: “en todos los lugares los indígenas no son más que los últimos en haber llegado”. Más cifras (nada de ideología ni opiniones: ¡números!): en las primeras elecciones al Parlament tras la muerte de Franco, en 1980, no había separatismo en Cataluña (lógico, de acuerdo con la composición de la demografía local); en efecto, ERC se llevó tan sólo el 8,87% de los votos y se produjo el pucherazo que llevó al poder a CiU con 752.943 votos (27,68%) pese a una abstención de 1.713.888 (38,66%) que no sirvió para nada. Desde entonces, cuarenta años ininterrumpidos de gobiernos catalanistas y crecimiento del separatismo. Parte considerable del mérito de ambos fenómenos la debemos a nuestros gobiernos y a sus partidos. Gracias, majos.
Totalmente de acuerdo. La cesión de las competencias educativas y los acuerdos de gobierno con los entonces llamados 'nacionalistas periféricos' han sido letales para nuestra democracia. Fracaso histórico de PP/PSOE.
A finales del s.XIX e inicios del XX, Cataluña contaba con, escasos, dos millones de habitantes. Hoy sumamos casi ocho, a pesar del crecimiento vegetativo negativo de la población. Estos casi seis millones de catalanes nuevos venimos, fundamentalmente, de otros rincones de España; y, sin embargo, somos catalanes por que son ciertas, también para Cataluña, las palabras de don Narcís Soler Masferrer, entonces profesor de Prehistoria en la Universidad de Gerona: “en todos los lugares los indígenas no son más que los últimos en haber llegado”. Más cifras (nada de ideología ni opiniones: ¡números!): en las primeras elecciones al Parlament tras la muerte de Franco, en 1980, no había separatismo en Cataluña (lógico, de acuerdo con la composición de la demografía local); en efecto, ERC se llevó tan sólo el 8,87% de los votos y se produjo el pucherazo que llevó al poder a CiU con 752.943 votos (27,68%) pese a una abstención de 1.713.888 (38,66%) que no sirvió para nada. Desde entonces, cuarenta años ininterrumpidos de gobiernos catalanistas y crecimiento del separatismo. Parte considerable del mérito de ambos fenómenos la debemos a nuestros gobiernos y a sus partidos. Gracias, majos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. La cesión de las competencias educativas y los acuerdos de gobierno con los entonces llamados 'nacionalistas periféricos' han sido letales para nuestra democracia. Fracaso histórico de PP/PSOE.
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