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miércoles, 1 de febrero de 2023

LA PREOCUPANTE POLARIZACIÓN

La preocupante polarización

Por Sebastián Urbina

Empecé a preocuparme seriamente por el problema de la polarización política cuando leí esta noticia:

"El 43 % de los estadounidenses cree que es "algo probable" una guerra civil en los EE. UU, en los próximos diez años". (El Debate/31/8/20222.)

Pero siendo esto muy preocupante, por la importancia mundial de Estados Unidos, me preocupa más lo que pasa en mi patria. No en ‘este país’, sino en España.

Me animé a escribir algo al respecto con motivo de un brevísimo intercambio de ideas con una persona que negaba que hubiera una hegemonía cultural de la izquierda. Esta persona es culta, con títulos universitarios y le considero una buena persona.

"Te pongo un ejemplo", le dije. "En septiembre de 2019, el Parlamento europeo declaró al comunismo y al nazismo como las dos doctrinas más criminales del siglo XX. En España, tenemos un gobierno socialista que incorpora ministros comunistas. ¿Sería factible un gobierno español con ministros nazis?"

Yo esperaba un sí, o un no. En realidad, esperaba un ‘no’. Pero esta persona se escapó por los cerros de Úbeda. Entonces, pensé en la enorme dificultad para dialogar de verdad. No parlotear. Pero no pretendo que debatamos (no porque no sea bueno, sino porque es demasiado exigente) en una ‘situación ideal de habla’.

Como dice J. Habermas, alcanzamos esta situación ideal cuando las dos personas que debaten dejan de lado sus opciones ideológicas y sus circunstancias personales y se centran en un debate veraz, racional y honesto. O sea, no se mienten, no se amenazan, no se gritan, son coherentes, no interrumpen innecesariamente, etcétera

Estas dos personas, supuestamente informadas -en esta situación ideal de habla- elegirían la conclusión mejor argumentada y justificada. Y una conclusión mejor argumentada y justificada está adornada de honestidad y veracidad por parte de ambos. Esto es deseable, pero se trata de una situación ideal. Por tanto, lo que deberíamos hacer es acercarnos el máximo posible a este ideal. Y esto no suele suceder.

En la mayoría de las tertulias televisivas hablan varios a la vez, se interrumpen cuando les da la gana, niegan con la cabeza cuando otro tertuliano habla, y más que argumentar, suelen descalificar. Esto no es bueno. Al contrario, degrada la relación comunicativa. ¿Se puede hacer algo?

Creo que hay tres instancias importantísimas. El sistema de enseñanza, los medios de comunicación y la familia.

Es negativo que, en el sistema educativo, dado que la mayoría de los profesores son de izquierdas (si estoy equivocado, rectificaré) transmiten una visión del mundo de izquierdas. O sea, progresista, según el lenguaje habitual. Yo creo que los profesores, sean de derechas o de izquierdas (por simplificar), no tienen derecho a manipular a los estudiantes. Y una forma de manipulación -especialmente en estas edades tempranas- es dar por buena ‘su’ visión personal del mundo. Que suele ser ‘progresista.

Una alternativa correcta es explicar a los estudiantes las grandes ideas que han dirigido el mundo. Con especial énfasis en el mundo occidental, que es donde viven tales estudiantes. Resumiendo, los profesores no deben tomar partido. Deben exponer, rigurosa y pedagógicamente, los grandes acontecimientos que han ido marcando nuestra historia. Los jóvenes estudiantes tendrán tiempo para ir asimilando los conocimientos que reciben.

La segunda instancia importante son los medios de comunicación, que son fundamentales para la democracia. Siempre que se trate de una prensa libre e independiente. Y no hablo de absolutos. Se trata de no mentir y de informarse bien. Basta con esto. Pero no sucede, en gran medida, porque hay importantes medios de comunicación subvencionados que se convierten en medios de comunicación/manipulación. Y esto, facilita -incluso fomenta- la polarización.

La tercera instancia (no menos importante por citarse la última) está fuertemente influenciada por las dos anteriores. Es decir, los padres no son inmunes -como cualquier ciudadano- a la influencia del sistema educativo y al sistema de comunicación/manipulación. Cuanto menos preparados estén los padres, peor para sus hijos. Porque tendrán una visión sesgada y simplificada de la realidad.

Termino con mi -tal vez, ingenua- optimista confianza en la fecundidad de la argumentación, desde pequeños. Hay que acostumbrar a los jovencitos estudiantes a justificar sus afirmaciones y negaciones. Una tarea importantísima, en la que los profesores tienen una gran responsabilidad. Probablemente, ayudaría a suavizar la preocupante polarización que estamos viviendo en España. Porque se sustituye la argumentación por la descalificación: "facha", "ultraderecha" y similares. Ya sabemos que, en España, decir comunista, golpista y filoetarra no es una descalificación. Están en el gobierno.

Una pesimista consideración final. O, tal vez, realista. Podría suceder que las sociedades tengan un déficit de racionalidad que les empuje -de vez en cuando- a resolver sus problemas a garrotazos. Esperemos que no.

En cualquier caso, hay que tener claro que con mentes totalitarias (Pablo Iglesias -Podemos-, ex vicepresidente de gobierno colocado por el socialista Sánchez, admirador público y notorio de Lenin y Fidel Castro), no sirven las palmaditas en la espalda, típicas de los exquisitos, centrados, acomplejados, equidistantes y similares, esperando rebajar la tensión. ¡Qué inmenso y estúpido error!

Frente a la mentalidad totalitaria de Podemos y compañeros de viaje, hay poner pie en pared.

Última hora. La presidente de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, que ha ido a la Universidad Complutense a recibir el premio de alumna ilustre, ha tenido que ser protegida por la policía y ha recibido insultos de "¡asesina! ¡Hija de p...!" por los fascistas (aunque ellos se proclaman antifascistas) de Podemos, Psoe y cuadrilla. La presidente fue acusada de provocar. Así odiaban los nazis (nacionalsocialistas) a los judíos.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, justifica los insultos a Ayuso en la Complutense (El Imparcial). ¿Qué va a decir un gilipollas de progreso?

PD. La chusma de izquierdas. "Begoña Gómez, directora de una cátedra en la Complutense sin ser licenciada... y sin protestas en contra. La mujer de Pedro Sánchez no dispone de licenciatura al haber cursado un título de Marketing no homologado". (El Debate)

Resumiendo: ‘Derecha acomplejada e izquierda sin escrúpulos’. Si Sánchez gana las generales, caminito de Argentina. Despierte. Mejor aún, lea ‘El engaño populista’, de A. Kaiser y G. Álvarez.

 

(MallorcaDiario.)

 

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