'Somos la izquierda'.
Lo que en cambio se nos anuncia como más probable es que habrá gobierno bajo las condiciones impuestas por un fugado de la Justicia cuyo partido ha obtenido el 1,6 por ciento de los votos emitidos el 23-J o no lo habrá.
Un sindiós que ningún dirigente político de nuestro entorno tendría el cuajo de plantear. Salvo aquí. Salvo alguien dispuesto a ver cómo se desmorona el edificio de convivencia construido en la Transición para conservar el poder.
Salvo Pedro Sánchez. Sólo un tipo de principios inexistentes es capaz de tender la mano a la derecha catalana más retrógrada y supremacista para salvarse a sí mismo, y luego venderlo como un pacto de progreso.
De las tres salidas posibles al sudoku electoral, Sánchez se dispone a perpetrar la que en mayor medida va a agravar los problemas del país.
(Editorial/l Estado genuflexo/VozPopuli/6/9/2023.)
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