(Le están manipulando. Espero que se entere.
Fíjese que están utilizando- este periódico y
casi todos- la expresión 'extrema derecha'.
Saben que, inmediatamente, el lector pensará
en el fascismo,o algo parecido. Por eso lo
hacen.
Ahora, recuerde que a finales de 2023, el
primer ministro (canciller) alemán Olaf Scholz
dijo que quiere expulsiones "a gran escala"
de inmigrantes ilegales.
Pero, esto mismo, ya no es de 'extrema derecha'. Porque lo dice un socialdemócrata.
Es decir, el discurso progre dominante,
impone que lo importante no es lo que se
diga/haga, sino quién lo dice/hace.)
PARIS.- La amplia y sorprendente victoria del islamófobo, euroescéptico y soberanista Geert Wilders en Holanda fue un electroshock para las democracias del continente.
Un año después del triunfo de Giorgia Meloni en Italia, un segundo país fundador de la Unión Europea (UE) cede a las sirenas de la ultraderecha que, en su vertiginosa progresión, amenaza el equilibrio geopolítico e ideológico del bloque.
Como el agua que sube sin que nada la detenga, sondeo tras sondeo, elección tras elección, la extrema derecha gana terreno en las democracias europeas y se instala sólida y durablemente en el paisaje político, incluso hasta llegar a dictar los términos del debate y arbitrar los resultados de los comicios.
(25/noviembre/2023/Luisa Corradini/La Nación.)
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