ASCO E IRA.

LULA, CASTRO, VARGAS LLOSA, MORATINOS

Luis María ANSON

¿Por qué Miguel Ángel Moratinos no comete la sensatez de leer sin prisas el espléndido artículo publicado por Mario Vargas Llosa en el diario El País?

Escribe el autor de Conversaciones en la catedral: “Esta mañana he vivido una vez más esa sensación de asco e ira, viendo al risueño presidente Lula del Brasil, abrazando cariñosamente a Fidel y Raúl Castro, en los mismos momentos en que los esbirros de la dictadura cubana correteaban a los disidentes y los sepultaban en los calabozos para impedirles asistir al entierro de Orlando Zapata Tamayo, el albañil opositor y pacifista de 42 años, del Grupo de los 75, al que la satrapía castrista dejó morir de hambre —luego de someterlo en vida a confinamiento, torturas y condenarlo con pretextos a más de 30 años de prisión- tras 85 días de huelga de hambre”.

Esperaba Vargas Llosa que Luiz Inácio Lula da Silva, presidente democrático de Brasil, mantuviera la dignidad ante la atrocidad castrista. Pero “se abraza, risueño y cómplice con los verdugos de Orlando Zapata”.

Lula no se ha sumado a la demagogia del caudillo bufón Chaves ni a las veleidades comunistas que amenazan con nuevas fórmulas dictatoriales a Bolivia, Ecuador o Nicaragua. Los dirigentes del mundo libre han respirado con satisfacción ante la política moderada de Lula. Pero el presidente brasileño ha sido incapaz de rechazar sus iconos de juventud y se ha abrazado al tirano Castro en el peor momento.

A Vargas Llosa se “le han retorcido las tripas”. Cuando regrese a España se encontrará con que el ministro Moratinos y su jefe Zapatero sienten la misma devoción de periódico mural de preuniversitario por Castro que Lula da Silva. Ni siquiera han permitido que el Príncipe de Asturias acudiera a la toma de posesión del presidente democrático de Honduras, no fueran a disgustarse Chávez y Castro. Al tirano de la Habana se le consiente todo y se le apoya con suculentas cantidades de dinero mientras se aboga por él y su dictadura en las instancias europeas. Magnífica, en fin, la actitud liberal de Vargas Llosa que cuenta con el apoyo generalizado de lo mejor del pueblo español. (ElImparcial).