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domingo, 6 de octubre de 2013

¿UN PAPA POPULISTA?

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las cosas del papa.
 
El papa dice que el proselitismo es un disparate y que cada cual tiene su propia idea del Bien. Qué cosas...
Con permiso de Pacopepe de la Cigoña y su imprescindible blog, me hago eco del desconcierto ocasionado –una vez más- por el papa Francisco con ciertas declaraciones al periódico italiano La Repubblica. Esas declaraciones dicen textualmente así: “El proselitismo es un disparate solemne , no tiene sentido”. Y en la misma línea, añade: “Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo”.
Vale. 

El filósofo Francisco J. Soler, investigador de filosofía de la física en la universidad alemana de Bremen, que en los últimos años se ha distinguido por una valiente defensa de la fe en el ámbito científico, ha mostrado su perplejidad por estas palabras papales y en particular por su perspectiva relativista del concepto de Bien. Reproduzco un párrafo de Soler:
Es una frase que cualquier relativista suscribiría, que Bin Laden suscribiría, que cualquiera que haya seguido sus propias ocurrencias sobre el Bien y el Mal suscribiría... y los cementerios de la Historia están bien repletos de las víctimas de los que se propusieron seguir a su modo el bien y combatir el mal,... el bien y el mal según ellos. 

 Qué inmenso contraste, por ejemplo, con el discurso de Benedicto XVI ante el parlamento alemán: «Al joven rey Salomón, a la hora de asumir el poder, se le concedió lo que pedía. ¿Qué sucedería si a nosotros, legisladores de hoy, se nos concediese formular una petición? ¿Qué pediríamos? 

Pienso que, en último término, también hoy, no podríamos desear otra cosa que un corazón dócil: la capacidad de distinguir el bien del mal, y así establecer un verdadero derecho, de servir a la justicia y la paz». 

Tampoco en esta ocasión nos faltarán los intérpretes bienintencionados que vendrán a explicarnos que lo que quiso decir, realmente, era tal o cual cosa. Y no lo que parece. Pero yo ya no puedo seguir en silencio. Me pregunto qué nos falta por leer aún del actual pontífice. Hasta dónde piensa seguir dilapidando el legado de sabiduría y buen ejemplo de sus predecesores. El momento es grave”.

(http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4472)
Debe de ser grave, sí, cuando el pastor hace tanto por dejar confuso al rebaño.

(José Javier Esparza/La Gaceta)

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