Publicado el 18 Enero, 2009 |(MD)
El actual sistema autonómico español es “un vivero creciente de caciquismo, gasto e ineficacia, y un baluarte feudal para los oligopolios políticos”. Así de contundente se mostro el filósofo y profesor titular de Estética en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Gómez de Liaño, que durante una conferencia en el Club Faro de Vigo en la que definió el actual régimen político español, que tiene como principal exponente a las comunidades autónomas, como “despótico, arbitrario y legalmente confuso”.
Gómez de Liaño, denunció la escasa calidad de nuestra democracia y expuso sus ideas sobre cómo “recuperar la democracia” en ambos sentidos del verbo, ya que en su opinión ésta “padece una enfermedad” y a la vez “se ha perdido”. Como principal tara del régimen político actual señaló “el ilimitado poder de que gozan los gobernantes, (no compensado por un Poder Judicial verdaderamente independiente, los partidos que tienen más posibilidades de ocupar los diferentes niveles de gobierno: PSOE, PP y nacionalistas”, lo que, unido a la organización del Estado en forma de Autonomías ha dado lugar “a una especie de sistema neofeudal y oligárquico frente al cual las críticas resultan irrelevantes”.
Para Gómez de Liaño, el “poder ilimitado” que el ordenamiento jurídico concede a los políticos ha hecho de la política una “carrera” que puede ser mucho más remuneradora que las ordinarias, y cuyas principales asignaturas son “sumisión al jefe, obediencia ciega a las consignas y cursos intensivos de demagogia”.
Denunció el control que ejercen los políticos sobre “más de la mitad del sistema financiero, a través de las cajas de ahorro”; sobre los medios de comunicación, públicos o subvencionados; y sobre el aparato judicial, tanto en el Tribunal Constitucional como en el Consejo General del Poder Judicial. Agregó que los políticos controlan la financiación pública de partidos, sindicatos y patronal fomentando el “parasitismo” de tales organizaciones. También hizo hincapié en el control político sobre la educación y la cultura, un “control insidioso y perverso con el disfraz del mecenazgo”, defectos que, a su juicio, padece la democracia española, y que la hacen parecerse a una dictadura.
Liaño se refirió especialmente al agobiante control político, social y cultural de los nacionalismos y propuso un “estatuto único” para todas las regiones y se refirió al alto grado de abstención de las consultas sobre los estatutos de Cataluña (51 por ciento) y Andalucía (64 por ciento), lo que refleja hasta qué punto la población “pasa” de las lecturas pro-nacionalistas de la Constitución.
Entre las medidas a tomar, Gómez de Liaño propugnó la reforma de la actual Ley Electoral, por contradecir “los más elementales principios de igualdad y seguridad”. Puso como ejemplo, sin mencionarlo expresamente, el caso del PNV, que “por tener concentrado su voto en tres provincias ha obtenido seis veces más diputados que otro que tiene diseminado un número mayor de sufragios en cincuenta”, en alusión a Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido de Rosa Díez. “El respeto a las minorías jamás debe ir en detrimento de la mayoría”.
1 comentario:
Absolutamente de acuerdo en todo con este señor.
saludos
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