(Gran jugada de los líderes catalanistas. Ya hay en Cataluña cerca de 500 mezquitas. Quinientas. Oficiales.)
CATALUÑA ISLAMIZADA.
Islamismo
CiU proyecta un "gran centro cultural islámico" en Barcelona la próxima legislatura
El dirigente del PP Alberto Fernández muestra un informe encargado por el alcalde Trias para construir una mezquita en la capital catalana.
(ld)
LA CORRIENTE ISLÁMICA DE CONVERGENCIA.
Fue el presidente de la Generalidad, Artur Mas, quien dio la orden a los diputados convergentes en Madrid de abstenerse en la votación sobre el Pacto de Estado contra el terrorismo islamista. Duran, el presidente del grupo de CiU en el Congreso, había dado instrucciones para que se votara a favor. Conclusión: la federación CiU está al borde la ruptura. No es la primera vez, pero en esta ocasión hay factores colaterales que pueden contribuir a un divorcio definitivo según el chup chup de los hervideros catalanes.
Duran ya no manda ni en Unió y la refundación de Convergència pasa por enterrar las siglas de Pujol, fundador de la C y de CiU. Nada es para siempre y menos en política, de modo que todas las apuestas inciden en que en las próximas elecciones autonómicas ya no habrá papeleta para votar a CiU. La humillación de Duran era inevitable tarde o temprano, pero ha coincidido con un debate de más calado incluso que el del proceso separatista. El enfoque de la lucha contra el terrorismo traza fronteras políticas y morales que determinan la solvencia democrática de los partidos. Que Duran votara a favor del acuerdo antiterrorista no presupone que comparta el contenido del mismo. Lo ha dejado claro al afirmar que se puede modificar en el Senado.
Sin embargo, que los diputados de Convergència se amotinaran explica muchas cosas. En primer lugar, que pasan de Duran, de Unió y del qué dirán. En segundo, que les importa un higo CiU y que se deben sólo a la C, que es Mas. En tercero, que se creen que el acuerdo contra los terroristas islámicos es, en realidad, un pacto contra Cataluña. Tal prodigio se deriva de que se considerarán terroristas las acciones tendentes a "subvertir el orden constitucional, alterar gravemente la paz pública, suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo". En ese enunciado han visto una carga de profundidad contra el proceso separatista y se han delatado.
Hay un cuarto elemento, las fluidas relaciones nacionalistas con el islamismo afincado en Cataluña. En el plano institucional, Casablanca fue la ciudad escogida para la primera embajada de la Generalidad y Ángel Colom, exlíder de ERC y dirigente mediano de Convergència, fue su primer titular. La idea de la Generalidad era establecer unos vínculos de privilegio con Marruecos, un país que juzgaba crucial para su estrategia de erosión del Estado.
También en el ámbito institucional, la Generalidad, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona han premiado con subvenciones y toda clase de reconocimientos a entidades como la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, el Consejo Islámico de Cataluña, la Junta Islámica de Cataluña (que agrupa a los conversos) o la Federación Islámica de Cataluña, organismos que se disputan el favor y los recursos de la Administración.
En el plano partidista, Convergència ha incurrido en notables tropezones en sus contactos con los representantes de las distintas órdenes islamistas. El más sonado fue el de la relación de privilegio que estableció con el partido de Artur Mas Nourredine Ziane, interlocutor preferente de la Administración catalana en asuntos de inmigración y dirigente de relieve en la fundación Nous Catalans, una entidad asociada directamente al partido y presidida por el antedicho Àngel Colom, responsable de captar adeptos en los ambientes organizados islámicos. Ziane fue expulsado de España por el trámite de urgencia en mayo de 2013 por difundir ideas salafistas y colaborar con servicios secretos extranjeros, según determinaba una investigación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Otro de los contactos de Convergència, esta vez en la comunidad paquistaní, Jalid Sabaz, militante de CDC y creador de la Federación Catalana de Entidades Paquistaníes, así como miembro de Nous Catalans, es considerado por las Fuerzas de Seguridad como un "islamista de ideología extrema", según reveló una información de El Mundo en abril del año pasado.
Con semejantes compañías, no es de extrañar que el partido de Mas esté en contra del pacto antiterrorista y a favor de construir en Barcelona una gran mezquita.
(Pablo Planas/ld)
LA CORRIENTE ISLÁMICA DE CONVERGENCIA.
Fue el presidente de la Generalidad, Artur Mas, quien dio la orden a los diputados convergentes en Madrid de abstenerse en la votación sobre el Pacto de Estado contra el terrorismo islamista. Duran, el presidente del grupo de CiU en el Congreso, había dado instrucciones para que se votara a favor. Conclusión: la federación CiU está al borde la ruptura. No es la primera vez, pero en esta ocasión hay factores colaterales que pueden contribuir a un divorcio definitivo según el chup chup de los hervideros catalanes.
Duran ya no manda ni en Unió y la refundación de Convergència pasa por enterrar las siglas de Pujol, fundador de la C y de CiU. Nada es para siempre y menos en política, de modo que todas las apuestas inciden en que en las próximas elecciones autonómicas ya no habrá papeleta para votar a CiU. La humillación de Duran era inevitable tarde o temprano, pero ha coincidido con un debate de más calado incluso que el del proceso separatista. El enfoque de la lucha contra el terrorismo traza fronteras políticas y morales que determinan la solvencia democrática de los partidos. Que Duran votara a favor del acuerdo antiterrorista no presupone que comparta el contenido del mismo. Lo ha dejado claro al afirmar que se puede modificar en el Senado.
Sin embargo, que los diputados de Convergència se amotinaran explica muchas cosas. En primer lugar, que pasan de Duran, de Unió y del qué dirán. En segundo, que les importa un higo CiU y que se deben sólo a la C, que es Mas. En tercero, que se creen que el acuerdo contra los terroristas islámicos es, en realidad, un pacto contra Cataluña. Tal prodigio se deriva de que se considerarán terroristas las acciones tendentes a "subvertir el orden constitucional, alterar gravemente la paz pública, suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo". En ese enunciado han visto una carga de profundidad contra el proceso separatista y se han delatado.
Hay un cuarto elemento, las fluidas relaciones nacionalistas con el islamismo afincado en Cataluña. En el plano institucional, Casablanca fue la ciudad escogida para la primera embajada de la Generalidad y Ángel Colom, exlíder de ERC y dirigente mediano de Convergència, fue su primer titular. La idea de la Generalidad era establecer unos vínculos de privilegio con Marruecos, un país que juzgaba crucial para su estrategia de erosión del Estado.
También en el ámbito institucional, la Generalidad, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona han premiado con subvenciones y toda clase de reconocimientos a entidades como la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, el Consejo Islámico de Cataluña, la Junta Islámica de Cataluña (que agrupa a los conversos) o la Federación Islámica de Cataluña, organismos que se disputan el favor y los recursos de la Administración.
En el plano partidista, Convergència ha incurrido en notables tropezones en sus contactos con los representantes de las distintas órdenes islamistas. El más sonado fue el de la relación de privilegio que estableció con el partido de Artur Mas Nourredine Ziane, interlocutor preferente de la Administración catalana en asuntos de inmigración y dirigente de relieve en la fundación Nous Catalans, una entidad asociada directamente al partido y presidida por el antedicho Àngel Colom, responsable de captar adeptos en los ambientes organizados islámicos. Ziane fue expulsado de España por el trámite de urgencia en mayo de 2013 por difundir ideas salafistas y colaborar con servicios secretos extranjeros, según determinaba una investigación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Otro de los contactos de Convergència, esta vez en la comunidad paquistaní, Jalid Sabaz, militante de CDC y creador de la Federación Catalana de Entidades Paquistaníes, así como miembro de Nous Catalans, es considerado por las Fuerzas de Seguridad como un "islamista de ideología extrema", según reveló una información de El Mundo en abril del año pasado.
Con semejantes compañías, no es de extrañar que el partido de Mas esté en contra del pacto antiterrorista y a favor de construir en Barcelona una gran mezquita.
(Pablo Planas/ld)
4 comentarios:
Me parecería muy lógico que el Islam fuese una fuerza importante en Cataluña, desde allí se ha llevado a cabo una política activa de atracción de este tipo de inmigración, más catalanizable que los sudamericanos. La Generalitat abrió más de 30 oficinas en Marruecos para captar manó de obra marroqui. Lo que no entiendo es lo del resto de España.
Si los catalanes que no comulgan con la depredación secesionista(a la mayoría no les llega nada del robo y el expolio histórico de esta región al resto) entonces no hay nada que hacer, son una patata caliente que no creo que ningún país de Europa se quiera quedar.
Quién se quiere quedar la bomba catalana, que les cedan un territorio en Marruecos a los de la nación catalana que no se sabe cuántos son, en realidad no llegan ni a la mitad de los catalanes, los podrían acomodar muy bien en una Jaima junto con sus amiguitos del centro. Claro que del Ritz a la Jaima hay un trecho. Será mejor un palacio como el de González.
Para este tipo de gente la cultura no es generada por las personas si no que las personas son botijos vacíos que rellenar de cultura refrita y rígida, da igual si son personas blancas, negras, marrones, todo sea por mantener el sistema. La persona no es nada, un sustrato,sobre el que operar, cuanto más cretina mejor. ¿ No somos todos iguales? sobra gente en el mundo, la cultura es hablar catalán.
Publicar un comentario