PIO MOA
PIO MOA-MÁS ESPAÑA Y MÁS DEMOCRACIA.
La mayor catástrofe para España, según Varela Ortega
Dado el interés del ensayo de Varela Ortega como representación de unas corrientes historiográficas muy comunes, le dedicaré una buena serie de comentarios a partir del anterior, como apartado particular de la batalla cultural. Animo a mis lectores a darle máxima difusión, ya que sin debate no hay vida intelectual.
Varela Ortega afirma que la política española en los años 40 fue tan catastrófica que se produjo un fuerte retroceso con respecto a la república y a los demás países europeos, mientras el hambre y las enfermedades se enseñoreaban de la población –no de los políticos, informa– y la estatura media de los reclutas bajó entre dos y tres centímetros. Como su método consiste en copiar frases de tales o cuales autores sin el menor análisis crítico, el panorama que traza es perfectamente arbitrario, como ya vimos en sus comparaciones con otros países neutrales; pero no por ello se ha divulgado menos.
En 2005 los economistas Alberto Carreras y Xavier Tafunell coordinaron para la Fundación BBVA un monumental estudio en tres tomos Estadísticas históricas de España, siglos XIX y XX. El estudio venía precedido por otro menos extenso de 1989. Estos trabajos constituyen hoy por hoy, y con diferencia, junto con el Instituto Nacional de Estadística en que se basa el estudio, la mejor fuente de datos respecto al tema tratado a su modo por Varela, y que como veremos, le desmienten por completo.
Hay que decir que la versión de Varela está extendidísima y es la que se intenta hacer canónica desde la totalitaria ley de memoria histórica. Y también que ni Carreras ni Tafunell ni los demás colaboradores de la obra tienen nada de franquistas; al contrario, a veces la retórica de sus explicaciones queda contradicha por los datos que con más honradez ofrecen. Son también importantes a estos efectos los datos ofrecido por Ramón Salas Larrazábal, basadas en el INE y en su publicación anual Movimiento Natural de la Población, tan a menudo ignorados tanto por la historiografía lisenkiana como por la anglomaníaca. Por mi parte, he publicado varios artículos en este blog y en Libertad digital, en Años de hierro y en Los mitos del franquismo me he extendido al respecto.
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