LA FRAGILIDAD DE LA DEMOCRACIA.
La Constitución debiera o interpretarse de otro modo, o ser modificada para dar a la jefatura del Estado algo más de poder en la orientación y grandes directrices de la política nacional, contrarrestando más que hasta ahora el cortoplacismo de los políticos elegidos, que a menudo ha producido efectos deplorables.
También debieran instituirse en otras instituciones mandatos de largo plazo, que las hicieran realmente independientes del Poder Ejecutivo y les permitiera llevar a cabo sus respectivas misiones con un grado de autonomía considerable. Este, entre otros, pudiera ser el caso de la Fiscalía General, para evitar situaciones tan bochornosas y antidemocráticas como la que hoy estamos teniendo que soportar.
Otras instituciones, como la Airef (supervisora de las finanzas públicas), o el Consejo General del Poder Judicial muestran buenos ejemplos a seguir.
El Banco de España, independiente desde 1994, fue un buen ejemplo hasta que, con el actual gobernador, parece haber sido recolonizado, volviendo a la situación franquista en que el gobernador era un alto funcionario más.
(Gabriel Tortella/TheObjective/11/10/2025.)
(Con todo respeto para el prestigioso profesor, añadiría:
Y UNA MEJOR FORMACIÓN DE LOS CIUDADANOS PARA QUE SEA MÁS DIFÍCIL SU MANIPULACIÓN A TRAVÉS, PRINCIPALMENTE, DE MEDIOS SUBVENCIONADOS Y DE TERTULIANOS SUBVENCIONADOS.
HE DICHO, 'PRINCIPALMENTE', PORQUE EN EL SISTEMA EDUCATIVO HAY UNA CLARA MAYORÍA DE PROFESORADO PROGRE.)
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