(ESTE ES EL GILIPOLLAS. PIDO DISCULPAS POR SER TAN SUAVE.)
¡VAYA CHURRO, ABOGADO SPIELMAN!
Tendrá usted mucho pedigrí académico y jurídico, pero su informe sobre la amnistía a los separatistas catalanes del golpe de 2017 es un disparate
Señor Dean Spielmann, soy un periodista español lego en materia jurídica, pero dotado del sentido común elemental que me permite decirle que su informe sobre la amnistía a los autores del golpe separatista catalán de 2017 es un churro, incluso un disparate. Esperemos que en el Tribunal de Justicia de la UE impere la cordura y guarden su dictamen directamente en el lugar donde merece ser archivado: la papelera.
Confieso que ya tenía un pésimo concepto de usted por sus antecedentes. En 2013, como presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, tumbó la doctrina Parot, desoyendo las reclamaciones españolas. Esa desalmada estupidez puso en la calle a sesenta etarras, asesinos con delitos gravísimos, algunos auténticos psicópatas que deberían haber merecido la cadena perpetua. Las familias de esas víctimas y los heridos en los atentados continúan vivos, con un dolor que sufrirán de por vida. Pero usted no tuvo a bien defender su derecho a la justicia, prefirió ponerse del lado de los etarras. ¿Duerme bien, abogado Spielmann, habiendo puesto en la calle a auténticos carniceros?
Ahora ha caído en sus manos el dictamen sobre la amnistía, paso previo a la decisión al respecto del Tribunal de Justicia de la UE. Y a usted la maniobra con que Sánchez compró el apoyo de Puigdemont, un ejemplo de corrupción política absoluta, le parece chachi, una maravilla. En su supina ignorancia, llega a escribir que «de los autos del asunto no se deduce que las personas que se benefician de la amnistía sean miembros o representantes del Gobierno o del poder legislativo que promovieran la aprobación de la Ley de Amnistía, de modo que no existe un vínculo directo entre el ejercicio del poder político y el beneficio de la medida». De chufla.
Veo que no se ha estudiado el caso ni media hora. Esta amnistía solo atiende al beneficio político del actual presidente español, Pedro Sánchez, que compró con ella los siete escaños separatistas que le dieron el poder tras haber perdido las elecciones de 2023. Tiene usted 63 años, un ilustre currículo académico en las universidades de Lovaina y Cambridge, ha desempeñado altos cargos en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos… pero en este caso ha mostrado tal burramia que cuesta no temerse hasta una cierta mala fe sectaria.
¿En qué cabeza cabe que un alto jurista comunitario defienda una amnistía que consagra un golpe para romper la unidad de una nación de la UE?
Le voy a poner un ejemplo. Usted es luxemburgués. El Gran Ducado se divide en tres distritos. Imaginemos que los políticos de Diekirch, el distrito del norte, proclaman a la brava la independencia mediante un golpe que rompe de manera flagrante la unidad nacional de Luxemburgo, consagrada en su Constitución. ¿Consideraría usted que esa acción constituye un delito o no? Por supuesto que lo calificaría de acción delictiva. ¿Y le parecería bien que los delincuentes, después de haber sido condenados en firme, fuesen amnistiados por una ley apañada entre los partidos de los propios condenados y un primer ministro que está comprando sus escaños con ese perdón? Pues claro que no le parecería bien. Diría que se trata de un ejemplo inaceptable de corrupción política.
En resumen, ha metido usted la zueca hasta el fondo. No ha hecho los deberes y ha machacado hasta el puro sentido común, pues la primera misión del gobernante de cualquier Estado del mundo es defender la unidad de la nación a la que sirve (no aliarse por motivos espurios con quienes la rompen).
Pero este partido todavía no ha terminado. Esperemos que el Tribunal Europeo le propine una buena colleja (jurídica). Señor Spielmann, si todo su trabajo tiene el nivel del dictamen que ha hecho sobre la amnistía, casi es mejor que cuelgue la toga y abra una churrasquería.
(Luis Ventoso/El Debate/15/11/2025)
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