La polémica desatada en Cataluña por el nuevo disco de Rosalía, Lux, supera con creces el ámbito musical. Tres voces públicas, Juliana Canet, Manel Vidal y Jair Domínguez, han convertido un gesto artístico en una afrenta política, acusando a la cantante de "humillar a los catalanes" por haber hecho cantar en castellano a los niños de la Escolanía de Montserrat.
El reproche no es una simple crítica estética: revela un fondo ideológico que confunde identidad con exclusión, y cultura con frontera.
En el corazón de esta controversia late un fenómeno que debería preocupar a toda sociedad democrática: el racismo cultural del nacionalismo catalán.
(Antonio Robles/LibertadDigital/14/11/2025.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario