sábado, 31 de julio de 2010

EL REBAÑO ESPAÑOL.






EL REBAÑO ESPAÑOL.

Sobre Nueva historia de España (VIII)

P. ¿Pueden los separatismos consolidar nuevas naciones en la Península Ibérica?

R. Pueden, evidentemente. Llevan muchos años tratando de crear antagonismos, antipatías, sentimientos de superioridad y hostilidad, y algo han conseguido. Si, de un modo u otro, lograsen la secesión, y en Cataluña ya están al borde de ella, impondrán con todas las ventajas del poder su visión histórica, la transmitirán masivamente desde la escuela, de hecho llevan años haciéndolo, y ello creará un sentimiento difícil de revertir. Ya he dicho que las naciones son previas a los nacionalismos, pero a su vez los nacionalismos pueden crear nuevas naciones.

P. No obstante, las relaciones económicas, la integración en la UE, etc., impedirán que la secesión se produzca de forma traumática

R. La secesión sería un grave trauma, se produjera como se produjera. Y la economía tiene en estos asuntos mucha menos importancia de la que suele creerse. Las relaciones económicas entre las grandes potencias europeas antes de la I Guerra Mundial eran ya intensísimas, así como la interpenetración de capitales, y ello no impidió un intenso nacionalismo y la misma guerra. En España, la industria de Barcelona y la de Bilbao se desplegaron con la máxima ayuda de Madrid, que las protegió en exceso. Fue un fenómeno completamente ajeno a los nacionalistas vascos y catalanes, y sin embargo estos lo tomaron como signo y prueba de superioridad “racial” y nacional, y lograron meter esa idea en la cabeza a mucha gente. Claro que no lo habrían logrado sin el “desastre” psicológico del 98, como explico en Nueva historia y, con más detenimiento, en otros libros. Nunca han sido tan intensas como hoy las relaciones económicas entre las distintas regiones españolas, y nunca habían calado tanto los separatismos, ni flojeado tanto el patriotismo hispano, que apenas se expresa fuera del fútbol, debido a una actitud de los políticos que puede calificarse propiamente de traición.

P. ¿Y qué me dice de la UE?

R. Como habrá notado en el libro, soy bastante escéptico hacia la UE. Es una idea que en muchos sentidos va contra la propia historia de Europa, un intento de homogeneizarla cultural y políticamente, contra la tradición de diversidad tan típicamente europea y tan fructífera. También es el intento de descristianizarla, lo que supone cortar una de sus principales raíces culturales, por no decir la principal. El único argumento real es que así se impedirán nuevas guerras entre Alemania, Francia e Inglaterra, pero ese peligro desapareció, al menos por mucho tiempo, después de la II Guerra mundial. Con ese pretexto se ha elaborado un designio que quería hacer del continente una nueva superpotencia, y arrastrar a los demás países bajo la dirección de un eje París-Bonn al principio, y luego bajo la hegemonía cultural anglosajona, a pesar de que Inglaterra es uno de los países más euroescépticos. Observe, por lo demás, que aunque la UE se ha convertido en una superpotencia económica (con muchos problemas de difícil solución) ha perdido casi por completo, desde 1945, su potencia cultural, su originalidad, y eso es muy significativo.

Hay, además, un toque bastante ruin en todo ello. Europa occidental --excepto España, Portugal, Suecia y Suiza-- debe a Usa su democracia, la raíz de su prosperidad y su propia subsistencia frente a la URSS, y sin embargo hay en Europa un extendido sentimiento antiuseño. Supongo que es el resentimiento del deudor.


En cuanto a España, naturalmente es un país europeo, con o sin UE, no tenemos esa deuda enorme con Usa, y menos aún con el resto de Europa, de cuyas guerras hemos estado afortunadamente ausentes. Y sin embargo domina en España un sentimiento realmente servil hacia lo que llaman “Europa”. Esto es un síntoma de decadencia y debilidad psicológica, que arrastramos también desde el 98. No, la UE no va a resolver nuestros problemas, puede incluso agravarlos, como ya hizo con Yugoslavia.(Pio Moa)

1 comentario:

filósofo dijo...

Sebastián,

Esto es demasiado... otra vez la foto... me rulo...
Al final de tanto ver el rebaño se le termina cogiendo cariño, se le quita importancia a sus desvarios, se comprenden sus inclinaciones y sus actitudes...

Ah ! por supuesto, D. Pío Moa, como siempre tan acertado en sus comentarios.. este hombre tiene una visión, una claridad para ver lo que ha detrás de las cosas...

Un saludo