Ajustarse a la realidad

Por Sebastián Urbina

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Aunque ‘ajustarse a la realidad’ parece algo prudente y sensato, no siempre lo es. Y ahora nos encontramos, una vez más, en una encrucijada. Dependerá de nosotros, los demócratas españoles, seguir la senda del régimen constitucional del 78, o seguir la senda trazada por los enemigos declarados de España.

Los demócratas españoles no nos ajustaremos a la realidad anticonstitucional que pretende imponer Pedro Sánchez para mantenerse en el poder. Ante la grave situación actual ya no hay tiempo para mirar al tendido. O se está a favor de la Constitución y la democracia, o se está en contra. Porque la desidia y la inacción favorecen los planes antidemocráticos de este gobierno infame- socios incluidos- que pretenden degradar o terminar con el régimen del 78, régimen que nos ha dado las décadas más pacíficas y fecundas de la historia.

Así que ‘ajustarse a la realidad’ de un gobierno socialista y sus socios comunistas, golpistas y filoterroristas, es ajustarse a ‘la nueva izquierda reaccionaria’, que restringe libertades con la excusa del ‘bien común’ y del progreso, y traiciona a la Constitución y a España.

No, no hablaré de las tetas de Amaral como muchos quisieran, para despistar. Mucho más importante es la intolerable traición de Sánchez/Puigdemont/Otegi.

Mi desprecio al traidor Sánchez y a los que votan a un traidor a España y a su Constitución. No creo- ni me importa- que despreciar a un traidor, sea un insulto. Me excuso- ante los españoles decentes- por ser tan suave. Aunque no tanto como Alberto, el de la ‘gestión y moderación’, completamente inútiles en estos momentos decisivos en que nuestra democracia está en peligro.

Los demócratas españoles debemos poner pie en pared, ante el ataque a la Constitución y a la democracia del presidente socialista Pedro Sánchez y sus socios- pública y notoriamente- antiespañoles.

Resumiendo, no permitiremos, otra vez, que nos gobierne la antiEspaña.