(HAY SUICIDIOS Y SUICIDIOS.
EL SUICIDIO OCCIDENTAL ES PROFUNDAMENTE ESTÚPIDO.
SE AVERGÜENZAN DE SÍ MISMOS, SE DAN GOLPES DE PECHO Y SE ARRODILLAN ANTE SUS VERDUGOS. AL MENOS CULTURALES.
IDIOTAS.)
OH, DONCELLA DE ORLEANS.
Viendo las imágenes de la celebración en París de la victoria de un equipo de fútbol, quedarán pocas dudas de que Francia, luz del Primer Mundo, motor de civilización, sufre un siniestro proceso de tercermundialización.
¿Qué lo provoca? La invasión afroislámica, es evidente. He visto estos días la foto vergonzosa de una turba trepada sobre el áureo monumento que honra a Juana de Arco, Doncella de Orleans; en ella, un joven de origen árabe o africano sostiene una bandera de Palestina (léase Hamás) mientras que otro apoya su sombrío culo en el rostro de la heroína, gloria de Francia.
La escena describe de la mejor manera la situación que vive la patria de Montaigne, Descartes, Rabelais, Proust y Léautaud. La imagen equivale al resonar de tambores que antecede a una ejecución.
La imagen encarna la horda que profana y celebra la caída de un mundo ilustrado, epítome de razón y orden, que odia y desprecia. ¿Quién se halla de rodillas en el altar del sacrificio a la bárbara deidad? Ya se los digo: la cultura occidental.
(Juan Abreu/VozPopuli/5/6/2025.)
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