Leo (http://www.educacionenvalores.org, y El Mundo 9/6/2006)
'Profesores contra la cuerdas. Los alumnos les insultan e incluso les pegan, apoyados a veces por sus padres y por una ley que resta autoridad a sus maestros. Escribe Idoia Sota en la revista Epoca que, para colmo, la sociedad les exige que ejerzan de domadores al tiempo que enseñan: 'Eso sí, sin látigo'.
'Don Miguel' le llamaban antaño sus alumnos. ahora, 'Miguel' o 'Miguelito desde que el broncas de la clase le soltó: 'Hay la misma distancia de aquí allí, que de allí aquí, así que ven tú y así mueves el culo, Miguelito'. Quiso echarlo del aula, pero ante las risotadas de sus compañeros de primero de ESO, el héroe de la jornada se negó a salir ... El chaval fue expulsado tres días, y Don Miguel, para siempre. La dirección de un colegio privado no quiere enfrentarse con las familias, que pagan unos 400 euros por la matrícula de sus hijos. De los públicos, ni hablamos ... Desde fracaso escolar hasta detectores de metales en la entrada.
Título de la noticia: ENFERMEDAD GRAVE: EL PACIENTE NO LA RECONOCE.
Dice la editorial del periódico: 'Nadie que lea el exhaustivo informe sobre la violencia en la escuela encargado por el sindicato Anpe y presentado ayer por el profesor Iñaki Piñuel podrá permanecer indiferente a sus estremecedoras conclusiones. El estudio revela lo que muchos termíamos: el clima de terror en el que viven desde hace años los profesores, víctimas de la agresividad de los niños y de la escandalosa indolencia cómplice de sus padres ... Pero tal vez el dato más escalofriante de la encuesta, el que refleja de verdad la corrupción moral de nuestra sociedad, sea el que indica que uno de cada tres profesores ha recibido agresiones físicas o verbales de los padres de sus pupilos ... El 74% de los maestros la relaciona con la actitud de los padres que han abdicado de su tarea y han creado una generación de jóvenes indisciplinados ...'
Está dicho y repetido hasta la saciedad. Es hora de pasar a la acción. Denuncio, además de la escandalosa indolencia de una sector amplio de padres, su reprobable estupidez, que perjudica a sus hijos. El amor mal entendido, es decir, el que no incluye disciplina, sentido del deber, responsabilidad, respeto (especialmente por los mayores) y trabajo, es un amor amargo. Insisto e insitiré, PERJUDICAN A SUS HIJOS. Son responsables, no únicos pero sí destacados, de esta lacra educativa.
Dudo de si esta generación de padres (un sector de ellos, ya que conozco a padres magníficos) tiene remedio. Vaya mi denuncia contra estos padres que son una vergüenza y una lacra social. ¡Qué se puede esperar de hijos cuyos padres actúan como salvajes!
Por no hablar de los políticos. Tienen miedo de coger el toro por los cuernos. ¡No sea cosa que pierdan votos! La LOGSE y la LOE siguen este camino hacia el desastre. Y esta es una responsabilidad de los pseudosocialistas.
Ruego a los padres que recapaciten. Tienen una gran responsabilidad. ¡Háganlo por sus hijos!
Sebastián Urbina.
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