VIVIR DE LA MENTIRA.
VIVIR DE LA MENTIRA.
Lo vi con claridad el
11 de Septiembre. Estaba mirando las noticias y pude observar la manifestación
en Barcelona. La Diada. Guerra de cifras como siempre. Unas 500.000 personas
según la Delegación de Gobierno y un millón ochocientas mil, según la Guardia
Urbana.
Cualquiera se queda
impresionado. Ríos de gente, desde abuelos a nietos, desfilando con banderas,
pancartas y con ropa y caras cuatribarradas. Pero una vez pasada la primera
impresión, las cosas no son como parecen ser. Llevamos demasiados años así. Se
ha engañado a mucha gente durante demasiado tiempo. ¿Cómo ha sido posible?
No pretendo una lista
exhaustiva de las mentiras que han alimentado el catalanismo. Sería necesario
algo más que un artículo. Tal vez un libro de muchas páginas. Espero que unos
pocos ejemplos basten para darse cuenta del engaño sistemático llevado a cabo
por la doctrina catalanista, sus líderes, sus cómplices, y sus rebaños.
Empecemos por el padre
de la patria catalana, el Muy Honorable Jordi Pujol. Ha estado engañando,
estafando y haciéndose multimillonario a costa del dinero de los demás. Era
intocable a pesar de sus fechorías porque estaba envuelto en la sagrada bandera
de Cataluña. Este enorme paraguas protegía, también, a su familia. Millonarias
cuentas en Andorra y en diversos paraísos fiscales, hoteles, pisos, terrenos,
negocios y un largo etcétera, del que participaban su mujer, Marta Ferrusola, y
los hijos.
¿Cómo ha sido posible
tanta mentira? Ha sido posible por la conjunción de dos aspectos; el primero,
la cobardía y la irresponsabilidad políticas de los dos grandes partidos
nacionales, PP y PSOE, que han mirado hacia otro lado para no molestar a los
catalanistas, ya que los necesitaban como ‘bisagra’; y el segundo, la propia
dinámica interna del nacionalismo identitario catalán, sabedor de la
irresponsable renuncia popular y socialista a cumplir con sus obligaciones
jurídicas y políticas.
La querella llega a manos del Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Carlos Jiménez Villarejo. El Presidente Felipe González, desde la Moncloa, utiliza su influencia para diluir la querella contra Banca Catalana y contra Jordi Pujol. Aunque esto supuso dejar en mal lugar al fiscal Villarejo. En palabras del propio Villarejo: "Los fiscales generales del Estado que nombró el PSOE me prohibieron investigar a Pujol".
No termina aquí la cosa. Envalentonado el Muy Honorable, se sube al balcón de la Plaza de San Jaume, el 31 de Mayo del mismo año, y en tono airado habla a las masas catalanistas de la ‘indigna jugada’ del Gobierno Central. O sea, ‘Madrit’. Entonces no estaba de moda el ‘Madrit ens roba’. Se trataba de ‘Madrit nos hace jugadas sucias.’ En este contexto, Jordi Pujol suelta este discurso:‘’Hemos de ser capaces de hacer entender... que con Cataluña no se juega y que no vale el juego sucio. Sí, somos una nación, somos un pueblo, y con un pueblo no se juega. En adelante, de ética y moral hablaremos nosotros’’.
Ahora el Partido Popular. El Partido Popular de Vidal Quadras, tenía un discurso coherente, valiente y bien hilvanado. Un discurso que no suponía arrodillarse y pedir perdón a los catalanistas por el hecho de no ser como ellos. Un discurso constitucional, catalán y español. Sin complejos. Que conseguía éxito electoral. En las autonómicas de 1995, obtuvo 421.000 votos y 17 escaños. O sea, un serio peligro para la ‘construcción nacional’ planificada por el Muy Honorable. Había que cargarse a Vidal Quadras. Y así se hizo. Esto ocurría en 1996.
Fue defenestrado por Aznar como condición imprescindible para firmar con Jordi Pujol el Pacto del Majestic, que permitió al PP gobernar en Madrid tras no alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de ese año y necesitar el apoyo de CiU para formar Gobierno. Este pacto tuvo como contrapartida el apoyo del PP a CiU en el Parlamento de Cataluña, en el que Pujol había perdido la mayoría absoluta. Sin contar el dinero y las muchas cesiones y concesiones al gobierno catalán que vaciaban de competencias al Estado central. Y los bolsillos de los españoles.
Por aquel entonces, Vidal Quadras criticaba duramente el control clientelar, la coacción psicológica sobre la sociedad catalana, y la política lingüística catalanista. Lo que resultaba intolerable para Pujol. Así pues, vía libre para que los nacionalistas hicieran lo que les viniera en gana.
Con estos dos ejemplos espero que se entienda la situación. Los catalanistas habían comprobado que los dos grandes partidos- supuestamente nacionales- no iban a crearle problemas al catalanismo que dirigía Jordi Pujol. Con otras palabras, ‘los españoles’ no se atreverían a ‘meter mano en ‘casa nostra’. Y así ha sido.
Otra muestra de la mediocridad e irresponsabilidad de PP/PSOE ha sido su incapacidad para modificar la ley electoral que beneficia, injusta y antidemocráticamente, a los partidos separatistas, como CIU o PNV, dándoles una sobre representación parlamentaria que no se corresponde con los votos obtenidos. Ahora recogemos los frutos de tanta estupidez y cobardía.
La rendición de PP/PSOE a los catalanistas, es el primer aspecto al que hacía referencia. Vayamos al segundo. Hablé antes de ‘la propia dinámica interna del nacionalismo identitario catalán’. Esta perversa dinámica no hubiera sido posible sin la irresponsabilidad PP/PSOE antes mencionada, y las transferencias a Cataluña de las competencias educativas.
Coherentes con la rendición antes comentada, PP/PSOE nunca utilizaron la Alta Inspección del Estado- prevista constitucionalmente- para comprobar si las competencias educativas transferidas se utilizaban conforme a las Constitución y a las leyes vigentes. No solamente no lo hicieron nunca, es que, además, mintieron con desfachatez cubriendo los abusos de los profesores catalanistas en el ámbito de la enseñanza. La vergonzosa discriminación contra los castellanohablantes fue negada una y otra vez.
Esta situación fue aprovechada por el nacionalismo identitario para mentir de manera sistemática y conformar las mentes de generaciones de catalanes, entre cuyas obsesiones está el odio a España y la manipulación de la Historia de Cataluña, lo que implica, también, la de España. Por tanto, no es que haya un gen catalán independentista sino que se trata de un lavado de cerebro durante más de treinta años a través de la radio, prensa, televisión y el sistema de enseñanza/adoctrinamiento. Resumiendo, profesores y periodistas han sido los principales manipuladores de la opinión pública y del lavado de cerebro. Con las honrosas excepciones de rigor.
Las generosas subvenciones de la Generalidad a los medios de difusión hacían que la independencia y rigor informativos fuesen una farsa de trágicos resultados. ¿Cuáles? Entre ellos la creación de fanáticos catalanistas dispuestos a creer lo que todo buen catalán de ‘pata negra’ debe creer. Incluso que el padre de la patria catalana, Jordi Pujol, era un sacrificado y austero luchador, sin interés alguno por las cosas materiales.
El siguiente paso fue la creación de los ‘buenos y malos’ catalanes. Los ‘buenos’ catalanes son los que van a las manifestaciones para protestar por la ‘Cataluña oprimida’. Los que creen que no pueden votar. Sin embargo, desde que votaron a favor de la Constitución, es lo que han hecho una y otra vez.
También les han hecho creer que es democrático votar, aún en contra de las reglas democráticas vigentes. Les han hecho creer que si avanzan ilegalmente en el proceso de carácter soberanista y proclaman la independencia de Cataluña, no tendrán que salir de la UE. Y eso que diversos dirigentes europeos y representantes de la UE les han advertido repetidamente. Les han hecho creer que ‘Madrit ens roba’, a pesar de que, entre otros, el reciente estudio (Julio de 2014) del especialista Ángel De la Fuente- investigador del CSIC y Director de la Fundación Fedea- atribuye a Madrid (16.723 millones), Cataluña (8.455 millones), Comunidad Valenciana (2.018 millones) y Baleares (1.483 millones) los únicos saldos negativos en la diferencia entre los ingresos que se generan en esas comunidades y los gastos del Estado asignados a sus ciudadanos.
O sea, que si alguien tiene que ‘llorar’ y hacerse la víctima, el primero debería ser Madrid, no Cataluña. Aparte de esto, lo normal en las sociedades democráticas, es que las comunidades, o länder, o estados federales, etc. que pagan más son las que tienen más ciudadanos ricos. Nada nuevo, ni excepcional.
¿Despertarán de este sueño identitario? Por su bien y por el nuestro, esperemos que sí. Porque es muy destructivo vivir en la mentira. Lo que necesitamos es una regeneración democrática. No es momento de gritos, emociones y manifestaciones. Es momento de reflexión, sensatez, e información rigurosa.
PD. Una nueva chapuza PP/PSOE para tratar de contentar, una vez más, a los insaciables y desleales separatistas a costa del resto de los españoles, resultaría intolerable. Como la repugnante corrupción. La gota puede colmar el vaso. Cuidado.
Sebastián Urbina.
(Publicado el ElMundo/Baleares/8/Noviembre/2014.)
3 comentarios:
Lo que en el artículo se califica de cobardía de nuestros grandes partidos políticos, yo lo denominaría falta de patriotismo español. No nos son fieles, ni a los ciudadanos ni a la Nación Española. No son, en la práctica, representantes nuestros. Sus puestos y su pasta no se los deben sino a sus partidos, así que han de procurar, no importa los medios, su mayor prosperidad, el poder si es posible, y para ello les han valido todas las alianzas, todas las concesiones y renuncias, todas las disculpas a las desobediencias a las sentencias firmes de los tribunales, los gritos y silbidos contra nuestros símbolos nacionales, las quemas de fotografías y banderas... Frente a los hechos consumados de la otra parte, nuestros gobiernos sólo han opuesto bellas palabras: “No toleraremos esto... No se hará realidad tal otra cosa... No habrá un 9N...” Y siempre, siempre, han torcido el brazo de nuestros políticos, futuros consejeros de algún chollo muy bien pagado, alguna gollería exquisita. Porque, en efecto, tenemos un 9N como un sol y como era de esperar. Sorprendido, desde mis ventanas puedo observar la interminable procesión de gentes camino de la puerta del instituto vecino. Van a votar. Se pasan por el forro todas las prohibiciones. La inmensa mayoría tienen grises o blancos los cabellos: han envejecido contemplando la misma televisión, leyendo los consabidos diarios. Y sus hijos y nietos van puntualmente a las escuelas donde les enseñarán la realidad de la vida o así.
Acabo de asomarme a una ventana. Ahora son las 11:30. En este momento, la cola para votar en el vecino instituto medirá unos doscientos metros o más. Y no se va en fila india, sino en grupitos de dos o más personas. Nunca he visto nada semejante.
Así es. En Italia y Alemania pasaron cosas parecidas, salvando las distancias que haya que salvar. Pero hay algo común: la creación de 'rebaños', medios afines y minorías agresivas.
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