Las conclusiones de la delegación europea que comprobó sobre el terreno las supuestas bondades del sistema de inmersión lingüística en la enseñanza en Cataluña describen un panorama espeluznante.
Las familias que piden clases de español para sus hijos sufren acoso y ataques xenófobos, las autoridades autonómicas incumplen leyes y sentencias, los niños cuyo idioma materno es el español son discriminados, la consejera de Educación, la republicana Anna Simó, considera que el castellano ya se aprende en la televisión o en las redes sociales y el Gobierno incumple de manera palmaria sus obligaciones en la región.
(Pablo Planas/LD/13/2/2024.)
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