domingo, 15 de diciembre de 2024

CAMILLE PAGLIA


Vista previa de la página 1 de 3 del libro. Haz clic para abrir la vista previa.  (Camille Anna Paglia​ es una intelectual, crítica social, escritora y profesora estadounidense. Es profesora de Humanidades y de estudios sobre medios de comunicación en la Universidad de las Artes en Filadelfia.)


P. 30 años después de su publicación, 'Sexual personae' aún levanta ampollas y usted sigue siendo un personaje incómodo para muchas feministas. ¿Cómo ha cambiado su relación con ese feminismo desde entonces?

 

R. Yo fui feminista antes incluso de que el feminismo de la segunda ola empezase, cuando en 1966 Betty Friedan cofundó la Asociación Nacional para las Mujeres, que fue la primera organización enfocada a los derechos de la mujer desde que las mujeres consiguieron el derecho al voto en 1920 en Estados Unidos y un poco después en Inglaterra. Yo ya estaba ahí antes de eso. Era una estudiante de 16 años que se había sentido inspirada leyendo ‘El segundo sexo’ de Simone de Beauvoir y decidí escribir a la revista ‘Newsweek’ hablándoles de los derechos de la mujer. Era 1963 y ya había hecho pública mi petición por la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer. 

Yo era como las otras feministas, que se vieron arrastradas por el movimiento, pero yo fui a la biblioteca y estudié Historia, estudié Biología, estudié Antropología y Arqueología.

No se aceptaron mis puntos de vista porque, automáticamente, la ideología tomó la medida al movimiento y empezó a haber una corriente que hoy es cada vez peor, la del odio hacia el hombre. 

Y creo que es terrible que las feministas más mayores estén empujando a las más jóvenes a estar resentidas con los hombres y a considerar a los hombres como opresores. Porque, tal y como he demostrado en mis investigaciones, es precisamente gracias al hombre —que ha construido la civilización, la modernización en la Revolución industrial— que la mujer de hoy tiene un trabajo fuera de casa para ser independiente de un marido, un hermano, un padre. 

 

(Marta Medina/4/2/202o/El Confidencial.)

 

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