CUANDO LA VERDAD NO IMPORTA.
‘Condenan a una presentadora holandesa por criticar que un grupo de inmigrantes diese una paliza a un joven indefenso en sus redes sociales. La presentadora y abogada holandesa Raisa Blommestijn, condenada a 80 horas de trabajo comunitario por varias publicaciones en redes sociales. Un juez de La Haya impuso la sentencia el jueves, duplicando la pena solicitada por la fiscalía, tras considerar que sus comentarios «incitaban al odio y fomentaban la intolerancia racial’. (La Gaceta)
Supongamos que usted ve que un grupo de inmigrantes (por lo que dijo la presentadora, eran negros, lo que ya es racismo por definición) que dan una paliza a un joven indefenso.
Si usted no es progre, o sea, si usted es una persona decente, lo primero que le preocupará es que no sigan haciendo daño a este joven indefenso.
No me meto en si debería enfrentarse a este grupo de agresores. Hacerlo sería propio de héroes, porque lo normal sería recibir otra paliza. Esta persona, ciudadano decente (desde ahora, Lucio), seguramente llamará a la policía para que detengan a los agresores.
Pero Lucio no sabe que la policía tiene órdenes, del gobierno progresista, de proteger a los inmigrantes ilegales frente al desprecio y el racismo implícito y explícito de los blancos heterosexuales.
Los hombres blancos heterosexuales son racistas por definición, y son machistas por definición.
En nuestras sociedades europeas, racistas y machistas, cuando un grupo (no se puede decir ‘de negros’, aunque lo sean porque es racismo) de inmigrantes ilegales (otro comentario fachoso, aunque entraran ilegalmente) da una paliza a un joven indefenso, está ejercitando una justicia histórica frente a siglos de opresión blanca.
¿Qué hacer? Mirar para otro lado. Debemos entender que han sufrido mucho por nuestra culpa. De modo que nosotros merecemos que nos odien y que nos den un racimo de hostias. No sólo es justicia histórica. Es, además, justicia poética.
Por eso es fantástico que esta joven holandesa, blanca presumida, sea sancionada por un juez progresista que aplica una legislación progresista. Esto le sorprenderá, si es usted un ciudadano antiguo y de derechas, que todavía cree en ‘la verdad’ y otras mamarrachadas occidentales. Pero ‘la verdad ‘no es más que una excusa que ha utilizado el hombre blanco para sojuzgar y oprimir a los demás. Pura filfa.
Por eso, cuando un líder progresista occidental promulga una legislación progresista por la que se puede meter en la cárcel a un blanco por decir la verdad, siempre que esta verdad sea políticamente incorrecta, usted debería entenderlo y apoyarlo. Y pedir perdón por las tropelías de sus antepasados.
La cosa es seria. No olvidemos que la derecha occidental, o sea, la ultraderecha (no el centro centrado acomplejado), siempre está intentando imponer su racismo, su machismo y su xenofobia. Hay más maldades, pero ahora no las recuerdo.
Además, es indignante que las mujeres tengan que probar lo que afirman. Solamente los machistas lo exigen. Si una mujer dice a un policía: ‘Este tío me ha tocado el culo’, debe ser inmediatamente detenido y esposado. Pero no basta. Las sentencias judiciales-habitualmente de ultraderecha- deben ser sustituidas por el ‘yo si te creo, bonita’, pronunciado solemnemente por el ‘Comité Central del Feminismo Auténtico’, puesto en pie. Como saben, fue una genial aportación de la catedrática de derecho constitucional, Carmen Calvo. Socialista.
Debemos parar la ‘fachosfera’ occidental, metiendo en la cárcel a esta presentadora holandesa, que cree que puede decir la verdad blanca/heterosexual y quedarse tan ancha. ¡No señor!
Hay cosas más importantes que la verdad blanca. Y son las reglas, escritas y no escritas de progreso, que luchan contra la peligrosa ofensiva de la ultraderecha.
Por eso debemos gritar bien alto. ¡No a la verdad! Un invento occidental para oprimir y explotar a las minorías. ¡Sí a las consignas políticamente correctas de la izquierda!
El PSOE ha dado, recientemente, un ejemplo universal de su desprecio a la verdad (esa cosa antigua, blanca y reaccionaria) aplaudiendo entusiasmados a sus dirigentes corruptos. ¿Por qué corruptos? Porque unos jueces de ultraderecha se empeñaron en buscar la verdad heterosexual, ignorando que hay cosas más altas e importantes. No tienen remedio. Necesitan unos cursos intensivos de ‘cultura políticamente correcta’. Como han hecho en Canadá con Jordan Peterson, un conservador duramente crítico con la cultura políticamente correcta. Que es la de izquierdas. La buena. ¡Cómo se atreve!
‘El Secretariado de Verdades Progresistas Indiscutibles’ comunicará lo que es correcto decir. Gracias por enseñarnos la verdadera libertad, ‘puto amo’. Te votaremos siempre. Obediencia ciega. Los feligreses socialistas, como las ‘camisas negras’ de Mussolini.
‘La ministra Montero exige apoyo ciego a Sánchez ante la declaración de Begoña Gómez’. (OkDiario)
¡Y esta tropa, sin escrúpulos, nos gobierna!
Sebastián Urbina.
(Publicado en Periodista Digital)
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