Leo (El Mundo/5-11-2005) el artículo de P. Cuartango 'Elogio de la maldad'.
Compara a Rubalcaba con el Príncipe de Talleyrand (S. XVIII) que sirvió a la Iglesia, a la Revolución, al Directorio, a Napoleón, a los Borbones y acabó sus días con Luis Felipe de Orleans.
'Sólo él puede sacar adelante el Estatuto catalán sin que parezca que es inconstitucional y sin que las enmiendas provoquen la ruptura con los nacionalistas catalanes. Y de paso poniendo en evidencia al PP como un partido retrógrado e inmovilista ... Rubalcaba también tiene su pecado oculto: sus servicios al felipismo para ocultar los crímenes de Estado durante la guerra sucia contra ETA ... Rubalcaba logró colgar a Aznar la responsabilidad política de los atentados del 11-M ... A Rubalcaba el PSOE tal vez le beatifique por su maldad'.
Estas son las 'joyas de la corona' de la izquierda actual. Pero Cuartango exagera las posibilidades de Rubalcaba. Dijo Lincoln: 'Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo'.
Dice Martín Prieto ('En defensa propia'): 'Hoy la Cope está en el certero punto de mira del PSOE y del tripartito catalán ... Presionar a los obispos o no prolongar licencias de radio es una alcaldada, una cacicada y supone convertir la libertad de expresión en un mercado de negros estabulados regido por Zapatero con Montilla de capataz con látigo. No está en peligro la Cope sino todo el sistema de libre información. Sostener a la Cope es defensa propia porque si rompen este dique nos llegará el agua al cuello a todos'.
Otra muestra del respeto de la izquierda actual por la libertad. Quiero decir, la libertad de los demás. Progresismo se llama la figura.
Dice Isabel San Sebastián ('Avante todo hacia el ayer'): 'Tuvo que ser Mariano Rajoy quien subrayara con coraje y argumentos sólidos el anacronismo constitucional de un texto que se considera 'depositario de una memoria' y proclama en su articulado que 'los poderes de la Generalitat emanan del pueblo de Cataluña y 'el autogobierno de Cataluña como nación se fundamenta en los derechos históricos del pueblo catalán'.
El Presidente Rodriguez, 'el rojo' como se definía en la revista Marie Claire, se arropa en los argumentos típicos del nacionalismo excluyente. Solicita privilegios amparados en unos supuestos 'derechos históricos'. No hay 'derechos históricos'. Hay 'hechos históricos' y de los hechos no se derivan lógicamente, deberes. En las sociedades democráticas los derechos son los establecidos por una legislatura democrática y amparados por los Derechos Humanos. Esto es lo que apoya la izquierda española (?) actual. ¡Da vergüenza!
Dice C.Alonso de los Ríos (ABC/4-11-2005): 'Hay un aspecto muy humillante para los socialistas en toda esta política: al apoyar la ideología rancia de Arana, Torres y Bages, Prat de la Riba, Brañas y todos los clérigos del nacionalismo etnicista, los socialistas niegan lo mejor- y tan escaso- de su pasado e incluso se niegan a sí mismos como ciudadanos españoles'.
Esta es la izquierda española actual. La que manda. 'El futuro está en el origen', como los más reaccionarios tradicionalistas. Esta es la izquierda reaccionaria que nos gobierna. Quien crea que todo esto me alegra, es tonto del culo. Cualquier sociedad democrática (como España) necesita alternancia (lo que no gusta a los totalitarios) y para ello se precisa, al menos, de la existencia de dos serias y responsables opciones políticas. Dos visiones democráticas, coherentes, serias y responsables de lo que debe ser una sociedad justa y bien articulada. Realmente, una desgracia.
Sebastián Urbina.
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