LA CENTRALIDAD.
En un periódico digital se decía, a finales de Mayo, que en
el Comité Nacional que celebró el PP tras las elecciones del 26-M, barones y
presidente parecían haber llegado al acuerdo de que lo
que había salvado al partido en los últimos comicios es "el giro al centro’’… el presidente Casado bajó a la rueda de prensa
y les negó tres veces el giro y el centro. "No ha habido tal
giro al centro". "Niego la mayor", aclaró Casado.
¿Qué es eso del centro?
Para situarse en el centro primero tenemos que saber dónde está.
Avancemos una primera aproximación. El centro está en medio de los extremos.
Probablemente, mucha gente aceptaría esta aproximación. Pero, acto seguido, nos
preguntamos, ¿dónde están los extremos?
Empecemos por lo que se ha venido aceptando desde la
Constitución de 1978. Que el PP representa la derecha- o el centro derecha- y el
PSOE representa la izquierda- o el centro izquierda. Si esto es así, y PP/PSOE
ocupan un amplísimo centro-derecha-izquierda, quedaría espacio para la extrema
izquierda y la extrema derecha. ¿Quiénes son?
Si el PSOE es el centro izquierda, Podemos -ahora Unidas
Podemos- sería la extrema izquierda. También son de extrema izquierda: Asamblea
de Andalucía, Acción Comunista, Alianza de la democracia socialista,
Candidatura de Unidad Comunista, Liga Obrera Comunista, etcétera. Pero a efectos
prácticos, la extrema izquierda con cierta relevancia política en la España
actual, sería ‘Unidas Podemos’.
En cuanto a la extrema derecha, algunos ejemplos: Acción Nacional Revolucionaria, Alianza Nacional (España), Alianza Nacional 18 de Julio, Alternativa
Española, Círculos Doctrinales José Antonio,
etcétera. Pero a efectos prácticos, la extrema derecha con cierta relevancia
política, sería Vox.
Ahora bien ¿es correcto situar a Vox en la extrema derecha? Cuando se
habla de extrema izquierda y de extrema derecha es muy importante saber si
estos ‘extremos’ se sitúan dentro o fuera de las reglas del llamado juego
democrático. En concreto, si aceptan- realmente- la Constitución española de
1978.
¿Cuáles son los
modelos políticos de Pablo Iglesias y sus compañeros podemitas? Lenin y Fidel
Castro.
El
País/22/noviembre/2016:
La
dirección de Podemos lamentó este sábado el fallecimiento de Fidel Castro ensalzando al mandatario como un referente
no solo para Cuba o América Latina, sino también para todas aquellas luchas por
la soberanía que han ido aflorando en el panorama internacional en las últimas
décadas.
El País/26/julio/2017: Iglesias ha elogiado "la
capacidad de Vladímir Lenin de convertir lo imposible en real".
Cualquiera puede
enterarse- si quiere- de que Lenin fue un asesino de masas.
El periodista y escritor, Fernando Díaz Villanueva,
en su artículo, Lenin o
Stalin ¿Quién fue peor? (LD/2011/6/15):
‘El terror, por ejemplo, que fue el santo y seña del
stalinismo, fue cosa de Lenin, que lo aplicó sin remilgos en vida. Las frases
"Debemos derribar cualquier resistencia con tal brutalidad que no se
olvide durante décadas" y "Cuantos más representantes del clero y la
burguesía reaccionaria ejecutemos, mejor" no fueron pronunciadas por
Stalin, sino por Lenin, cuyo Gobierno –de sólo siete años– sumó tantos muertos
como pudo, y de la manera más brutal posible’.
Zoé Valdés: "El
fallecimiento de Fidel Castro es una gran alegría". La escritora
cubana de poesía y novela, Zoe Valdés, nos cuenta en Noticias fin de semana
(Onda Cero) que ha vivido con gran alegría la noticia de la muerte de Fidel
Castro. "Después he pensado en todos los hombres y mujeres que él ha
enterrado y en mis padres que murieron en el exilio".
O sea, la extrema izquierda podemita admira a las dictaduras de izquierda. Y
el PSOE ha pactado con Podemos. Y con Bildu en Vitoria. Admirar a las
dictaduras- de izquierdas- no es problema para PSOE, Podemos y casi todos los
medios de comunicación. Por su parte, Ciudadanos tiene la caradura de equiparar
Podemos con Vox. ¿Acaso Vox no quiere una España constitucional? ¿Facilitará
Ciudadanos la formación de gobiernos separatistas?
Vox respeta la Constitución española, y las modificaciones
que quiere hacer- como disminuir o eliminar competencias autonómicas- las haría
respetando los procedimientos establecidos por la propia Constitución.
Sesudos periodistas, tertulianos y políticos progresistas,
reclaman respeto para los separatistas antiespañoles. Pueden perseguir la
ruptura de España y todos debemos aceptarlo si se hace siguiendo los cauces
legales. Pero pretender reforzar la unidad- no la uniformidad- de España,
siguiendo los cauces legales, es de fachas. ¡Imposible pactar con Vox! ¿A tanta
estupidez políticamente correcta hemos llegado? ¿Qué ha hecho la ‘centralidad’
pepera frente a esta impresentable dictadura progre? Lo de siempre. Nada.
Los de Vox no asaltan capillas, ni hacen escraches, ni
atacan la propiedad privada. Ni admiran las dictaduras, de derechas o de
izquierdas. Defienden la libertad- incluida la libertad religiosa que tanto
desprecia la extrema izquierda-, no quieren prohibir los medios de comunicación
privados, como sí anunciaron repetidamente los podemitas. Pero los propios
medios de comunicación amenazados, tratan muy bien a los comunistas de Podemos-
ahora Unidas Podemos- y muy mal a los de Vox. A los que califican de
‘ultraderecha’.
¿Dónde situar el centro y los extremos? Es cierto que la
gran mayoría de los medios de comunicación, más los partidos de izquierda, la
derecha separatista y la derecha acomplejada, hablan de Vox como ‘la extrema
derecha’. ¿Quiénes lideran el ataque? La
Sexta, la Cuatro, TV3…, pero casi nadie quiere quedarse atrás. En La Sexta, un periodista
se sonó los mocos con la bandera de España. Estos son los que reparten carnés
de demócrata, de partido centrado y de partido extremo. La extremosidad siempre
es de derechas. Nunca de izquierdas. ¡Y hay gente que lo traga!
La izquierda- política y mediática- quiere una
‘derecha centrada’, que le deje controlar los medios de comunicación y el sistema
de educación/adoctrinamiento. Como hasta ahora. Ya lo dijo Mariano Rajoy, en
Elche, en Abril de 2008: ‘’Si alguien quiere irse
al Partido Liberal o Conservador, que se vaya". O sea, un partido político ‘centrado’, como una
gestoría administrativa.
Con
esta ‘centralidad’ marianista, el PP ha pasado de 186 diputados a 66. Todo un
éxito centrado.
Sebastián Urbina.
(Publicado en ElMundo/Baleares/12/6/2019.)
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