(Esta 'individua' se hizo pasar por enfermera- aunque no lo era sino una fanática podemita- e impedía el paso a una manifestación pacífica y permitida.
Tampoco hubiera sido aceptable siendo enfermera, porque los manifestantes no creaban peligro de contagio- como falsamente decía la falsa enfermera- y la manifestación era pacífica y permitida.
La falsa enfermera llamaba 'fascistas' a los manifestantes, lo que ya muestra el nivel neuronal de esta podemita.
Cuando un guardia, amablamente, le dijo que se retirara porque impedía pasar a los coches, no le hizo ni caso. El guardia intentó cogerla por el brazo para apartarla y reaccionó histérica, como hacen las feminazis: '¡¡¡No me toques!!!
Este fue su argumento. Tal vez denuncie al guardia por intento de violación.)
3 comentarios:
Uno, atónito, se plantea: ¿hacen algo nuestros benditos partidos políticos en favor (yo no digo si en contra) del buen entendimiento entre los ciudadanos, de su compromiso por el bienestar y prosperidad comunes, de su fraterna confusión? ¿O, antes al contrario, inventan y alimentan unas trincheras emocionales que sólo a ellos conviene? ¿Se podría administrar un país desde la competencia, sabiduría y eficacia independientes por sobre de las ideas, pasiones e incompetencia? Si para gobernar necesitan de tantos asesores (que pagamos nosotros), ¿porqué no prescindimos de los onerosos superfluos ineptos, de los parásitos? ¿Qué nos han aportado estos políticos, más numerosos que los de GB, Francia y Alemania juntos? ¿Qué parámetros objetivos de calidad de vida nos han mejorado estos nuestros "representantes"? ¿Porqué están tan convencidos de que Dios ordenó que se ganaran el pan con el sudor de las frentes ajenas?
Ya lo tengo decidido. Me costó, hube de darle vueltas y meditarlo, pero, por fin, ya no hay vuelta atrás: ni gato de Angola ni jóvenes gallináceas en vinagre: en mi próxima reencarnación quiero ser progre. Sí, seré una mariconaza lésbica, feminista-exclusivista, mal hablado/a/e, ¡qué digo!, blasfemo/a/e, proabortisto/a/e y, en horas libres, sicario/a/e y meapilas del macho alfa que corresponda en su momento. Es lo que hoy día mola. ¡Ah!, y antifascisto/a/e, claro.
A lo mejor ya no está de moda ser progre...
Tiene razón en lo que dice pero la solución no es prescindir del sistema político sino mejorarlo y acercarnos, en lo posible, a Dinamarca. No veo mejor salida.
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