miércoles, 13 de septiembre de 2023

QUÉ QUIERO SER

 

Qué quiero ser

Por Sebastián Urbina

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Colapso en el Registro Civil por los hombres que quieren ser mujer: «Estamos desbordados». La primera semana de la ‘ley trans’ ha estado marcada por el caos y la improvisación. Además, muchos funcionarios siguen sin un protocolo de actuación. (The Objective)

En relación a la ‘Ley Trans’, el jefe de Psiquiatría del Marañón ha dicho: «Los menores que dicen ser trans han aumentado un 1.000%». Por su parte, el especialista en psiquiatría Javier San Sebastián, que fue jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil del Hospital Ramón y Cajal, ha tachado la Ley Trans de ‘monstruosidad’.

Está claro que para los dirigentes políticos de Podemos y los socialistas realmente existentes, estos competentes médicos son unos fachas. Como son fachas los jueces (aunque haya mayoría de juezas) que rebajan las penas de los agresores sexuales, por imperativo legal. Imperativo legal que es facha si va en contra de los intereses de la izquierda. Este es el argumentario de la izquierda realmente existente.

El que discrepe, o les critique, es un reaccionario, un facha. Como dijo Alain Finkielkraut: ‘La izquierda ya no tiene ideas. Sólo enemigos’. No queda más remedio que insistir. Lo primero, es advertir que nada es casual. El sistema educativo rebaja (porque este gobierno lo ha querido) los niveles de exigencia. Pasar curso con suspensos y, como dijo el nefasto exministro de Universidades, Castells: ‘Suspender es humillar al estudiante’. La consecuencia de tanta idiotez progresista, es que generaciones de estudiantes salen peor preparados. Y más probablemente votarán a la izquierda. ¿Por qué? Porque la izquierda, en general, quiere un Estado muy grande, capaz de dar subvenciones, para tener ‘agradecidos’ que les voten. Resumiendo, paguita, botellón, subvención y okupación.

Hemos visto la furiosa reacción del infame gobierno ante la ‘escapada’ de la empresa Ferrovial. ¿Cuál ha sido la reacción del gobierno? Insultar a los grandes empresarios que se preocupan por sus propios y legítimos intereses. Es decir, intereses de la empresa y de los accionistas. Estos ataques ya se hicieron con el importante empresario Amancio Ortega. Recordemos que Pablo Iglesias que, por entonces, era vicepresidente de gobierno (gracias al mentiroso Sánchez) insultó al empresario gallego. ¿Cuál era su pecado? Regalar a sanidad unos aparatos carísimos para curar algunos tipos de cáncer.

Este gobierno (socialistas, sostenidos por comunistas, golpistas y filoterroristas) rebaja la pena de malversación de caudales públicos. ¿Casualidad? No. Fue una exigencia de sus socios separatistas antiespañoles. ¿Cabe mayor infamia? No pasa nada. Porque hay mucho borrego que se cree ciudadano. Las criadas mediáticas subvencionadas se centran en Vox, que sería el verdadero peligro para la democracia y los derechos de los ciudadanos. Especialmente de las mujeres, que serían obligadas a ir a misa y rezar el rosario. Y los hombres, cantar el Cara al Sol.

Leo unas declaraciones de la exdiputada de Vox, Macarena Olona: ‘Olona define a Vox como «trinchera del odio» y reta a Abascal a un cara a cara’. Esto también vende. El peligro para la democracia no son los comunistas, golpistas y filoetarras, sino Vox.

Insistamos. La conjunción de un sistema educativo a la baja (pasar curso con suspensos; suspender es humillar al estudiante; menospreciar el mérito y el esfuerzo, despreciar a la familia y la propiedad privada, fomentar la sexualidad desde la tierna infancia, etcétera) junto con una mayoría de medios de comunicación que han sido subvencionados por el gobierno (y que dicen ‘lo que toca’), facilitan que mucha gente (que no suele leer buenos libros y se conforma con la tele y el móvil) trague la alfalfa que le echen.

¿Quién está en mejores condiciones para manipular? Los que controlan (mayoritariamente) los medios de comunicación/manipulación. Y el sistema educativo en manos, mayoritariamente, de los profesores progres. Aunque haya excelentes profesores y periodistas, por supuesto. Un amigo mío, profesor de Periodismo me dijo: ‘Aproximadamente, un 90% de los estudiantes que tengo, son progres’.

Y con esto volvemos al inicio de este artículo. ¿Qué quiero ser? Lo que digan los medios de comunicación/manipulación, tribus urbanas, redes sociales, etcétera. ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.

Que está de moda ser mujer, pues me hago mujer. Sólo tengo que ir al Registro Civil. Es fácil. Además, tendré presunción de inocencia. Y podré llamar ‘machista’ a todo el que se ponga por delante. Ya sólo me faltará ponerme tetas. Seguro que dan facilidades. Además, tampoco las quiero muy grandes.

Por eso la izquierda necesita masas aborregadas. Fáciles de manipular. Es el camino a un régimen autocrático. Por ejemplo, hablemos del impresentable Rubiales (sugiero que las criadas mediáticas sigan hasta las Navidades), mientras se pacta una inconstitucional amnistía, un referéndum de autodeterminación con los golpistas, la consiguiente degradación de las instituciones y el desprecio a la Constitución. ¡Golpistas liberación, Rubiales a prisión! Resuenan los rebuznos totalitarios de la izquierda reaccionaria y la inquisición feminista, con el aplauso del populacho.

Si ya estás aborregado, no lo entenderás. Además, no sabes lo que quieres ser. No tienes criterio propio. Te lo han inyectado, aunque no te enteras.

Me pregunto si la sociedad española permitirá que el déspota y traidor Pedro Sánchez se cargue la Transición, el Estado de Derecho y la nación española. Un narcisista, maquiavélico y psicópata. Así dice el documental ‘El autócrata’.

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