(Ya sé que no toda la izquierda es igual. Que hay gente decente y culta. Pero es preocupantre que, con demasiada frecuencia, personas que ocupan cargos importantes digan profundas estupideces. Ahora dejo aparte a Zapatero y Sánchez, entre otros ejemplos de peligrosa idiotez de progreso.
Ahora es Garzón. Tal vez no se de ni cuenta de la estupidez que ha vomitado. Es muy preocupante. Porque les votan.
PD. Me he esmerado para no decir lo que pienso de un político que pide la libertad de golpistas. Pero no es nada suave.)
Alberto Garzón, sobre Llarena:
‘Se le mete una querella
por bocazas y ahora pide amparo’.
El político de Unidos
Podemos ha insultado al magistrado del Supremo y pide la libertad para los
golpistas catalanes.
(LD/31/8/2018.)
2 comentarios:
Lo malo de estos charlatanes (por cierto, ¿se acabó el viejo y, antes, honesto oficio? A mí, de pequeño, me fascinaban cuando anunciaban: “… ¡ni uno, ni dos, ni tres! ¡Cuatro, por el precio de uno, se llevará la señora o el caballero que…!”), lo malo de este señor (y no escribo otros adjetivos por no ser injusto con él y me quedara corto), lo malo de sus votantes y de todos nosotros, en general, es que somos esclavos de nuestras circunstancias, es que no sabemos emanciparnos, manumitirnos de la servidumbre de contemplar un mundo limitado, condicionado por las características del ojo de la cerradura desde el que lo contemplamos. Sí. Está decidido: cuando sea mayor, además, entre otras cosas, trataré de ser ecléctico.
Me parece muy bien. Pero, al final, uno tiene que decidirse. Como decía Burke, los malos ganan si los buenos no hacen nada.
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