Las mentiras del documental de
TV3 sobre la muerte del catalán.
El reportaje ‘Llenguaferits’ recoge y ensalza algunas
de las falsedades y tergiversaciones habituales del nacionalismo lingüístico.
TV3 emitió
el pasado domingo en su espacio 30 minuts el documental Llenguaferits, que analiza la situación actual de
la lengua catalana. El reportaje, de poco más de media
hora de duración y producido por la propia cadena autonómica, lanza un mensaje
principal: el catalán está herido de muerte.
El
documental recoge las opiniones de una docena de filólogos, escritores,
artistas, divulgadores lingüísticos y activistas de la lengua, acompañados por
los testimonios de varios extranjeros que han adoptado el catalán como su
idioma habitual. Todos ellos --a excepción de uno-- refuerzan la tesis
principal. Sin embargo, buena parte de los argumentos plasmados en la cinta
se alejan de la realidad. ¿Cuáles son las principales falsedades y
tergiversaciones del documental?
El catalán está en peligro de muerte.
Durante todo
el reportaje se insinúa que el catalán está cercano a su “muerte”. “Algunos
[filólogos] fijan la desaparición [del catalán] para de aquí a pocas
décadas”, señala el presentador, Carles Solà. Y se utilizan términos como que
“el catalán siempre ha estado en peligro”, “pérdida de la lengua”, “está a
punto de morir”, “si algún día se perdiese” o “la alternativa es
desaparecer”.
Sin embargo,
las cifras oficiales desmienten esas afirmaciones. Según los últimos datos
disponibles de la Generalitat de Cataluña, casi doce millones de personas entienden el
catalán, diez millones lo saben hablar y leer, y más de siete millones lo saben
escribir. Además, alrededor de 2.600.000 lo utilizan
habitualmente en Cataluña
(el 36,3% de la población, en 2013, casi un punto más que en 2008). Nunca a lo
largo de la historia tanta gente había conocido ni utilizado esta lengua.
El catalán es residual en internet.
El reportaje
asegura que la lengua catalana es “residual” en internet, lo que considera “uno
de los síntoma más alarmantes de la lengua”. Para sostener esa sentencia, la
voz en off señala que “nueve de cada diez youtubers catalanes
se expresan” en castellano. Sin embargo, el propio documental se encarga de
desmentirse a sí mismo, pues unos minutos después reconoce que “la comunidad
catalanohablante en la red es un referente en el mundo”, y pone como
ejemplo la Viquipèdia. Además de asegurar que “en general en internet la
conciencia de mantener viva la lengua está muy presente”.
De hecho, el coordinador
de estrategia digital del Institut Ramon Llull, Àlex Hinojo --que en los
últimos días ha generado una importante polémica por señalar en el mismo
documental que “yo quiero hablar en
catalán a mi tostadora”--, asegura que “existen muchas webs donde hay comunidades en las que
siempre hay un catalanito por allí; esta conciencia de mantener viva la
lengua está, y eso es una ventaja, una riqueza que tenemos”.
Por otra
parte, según la agrupación Webmàsters Independents en Català, de Cultura i
d’Àmbits Cívics (WICCAC), que se encarga de monitorizar y promover el uso
del catalán en internet, éste no ha dejado de aumentar en términos relativos
hasta alcanzar un máximo histórico este junio. En concreto, el 65,60% de las más de 3.000 webs
analizadas tiene una
versión en catalán, una cifra hasta la que ha llegado de forma progresiva sin
solución de continuidad desde agosto de 2002, cuando se puso en marcha este
índice. Y según la Fundació.cat el 37% de las principales apps (entre ellas, Facebook, Youtube,
Twitter, Tinder, Flickr, Whatsapp, Skype, Telegram, Messenger, Hangouts,
Booking, Google Maps, Airbnb, Google Earth y Vueling) están disponibles en
catalán. Mientras que el .cat (para webs en catalán) sigue creciendo
desde su nacimiento en 2006 y ya suma más de 108.000 dominios.
Àlex Hinojo,
coordinador de estrategia digital del Institut Ramon Llull / TV3.
La inmersión no existe.
En otro
momento del documental, el escritor Albert Sánchez Piñol es contundente:
“Yo he ido a hacer charlas a muchos institutos de diferentes comarcas de este
país y ves que está lleno lleno de institutos donde la ley de inmersión
lingüística (sic) sencillamente no se aplica; es que no se habla ni una palabra
de catalán, los profesores no lo usan, por que les cuesta, lógicamente, es así.
Pero es muy sorprendente que haya tanto debate político sobre una cosa que
no existe”.
Sin embargo,
un reciente y minucioso informe de la Asamblea
por una Escuela Bilingüe (AEB) constata que en todos los colegios públicos de
Cataluña se sigue aplicando de forma inflexible la inmersión lingüística
obligatoria exclusivamente en catalán, un modelo que es ilegal, según ha
sentenciado la justicia en reiteradas ocasiones. El citado estudio analiza los
proyectos lingüísticos de más de 2.200 centros y certifica que en ninguno de
ellos se imparten ni siquiera un 25% de las materias en castellano, porcentaje
mínimo de referencia establecido por el Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña (TSJC).
Netflix es más poderoso que el franquismo.
El filólogo
y divulgador lingüístico Pau Vidal --conocido por su polémico libro El bilingüismo mata-- también se muestra rotundo:
“Repiten el mantra de que si la lengua ha sobrevivido al franquismo ya
no se morirá nunca. Es un absurdo sociolingüístico porque Netflix es mucho más
poderoso que el franquismo”.
Más allá de
la banalización de la dictadura franquista que recoge su afirmación, lo cierto
es que el consumo de contenidos audiovisuales en catalán está más vivo
que nunca. Según datos de la Generalitat de 2016, el 42,9% de los libros
vendidos en Cataluña están escritos en catalán; el 68,7% de la audiencia
radiofónica elige programas en catalán (más de 150 emisoras utilizan esta
lengua); más del 50% de los lectores de diarios lo hacen en catalán; más
de 80 canales de televisión emiten en catalán, y el 21% de los
espectadores han visto la última película o serie en internet en
catalán.
El castellano en el patio, prueba el declive del
catalán.
Para
justificar la tesis de que el catalán está en fase terminal, el documental
alerta de que “la lengua preeminente en el aula es mucho más frágil cuando se
entra en otro ámbito: en el patio”, donde “la situación es de
alternancia y de dominio claro del castellano”. En ese sentido, el director del
Centro de Investigación en Sociolingüística y Comunicación de la UB (CUSC-UB), Francesc
Xavier Vila, asegura que “en los contextos en los que hay una alternancia
sostenida muy habitual suelen indicar procesos de sustitución de lengua.
En el momento en que da igual hablar una lengua que otra con una misma persona
y todo el rato estoy cambiando entre las dos lenguas quiere decir que las dos
son igual de propias para nosotros. Si son igual de propias para
nosotros, si son exactamente iguales, hay una que sobra”.
Pero el uso
mayoritario del castellano en el patio de las escuelas no es
una novedad, sino que es una realidad que se ha mantenido constante
durante toda la democracia, a pesar de las permanentes quejas de los políticos
nacionalistas y de la fiscalización de los profesores más implicados en el
proceso de normalización lingüística implementado por la Generalitat. A pesar
del dominio del español en ese ámbito, el uso y conocimiento del catalán no
ha dejado de crecer en las últimas décadas.
Por otra parte, castellano y
catalán llevan siglos conviviendo en Cataluña, siendo exactamente “igual
de propias” para los respectivos hablantes sin que ninguna de las dos lenguas
haya sobrado, lo que desmiente la tesis del proceso de sustitución de la
lengua.
.
El escritor
Albert Sánchez Piñol / TV3
El castellano puede desaparecer en Cataluña.
El escritor
Sánchez Piñol invoca un argumento engañoso. “¿Qué amenaza puede
significar para el castellano, que se habla en 40 países del mundo por 400
millones de personas o más, el catalán? ¿No tendrías que hacer un esfuerzo para
proteger al débil? No, la mentalidad es ir a cascar esto hasta límites
ridículos”, señala.
En realidad,
los principales defensores del bilingüismo en Cataluña no apelan a que el
castellano pueda desaparecer en Cataluña cuando reclaman una parte de la
educación en español, el uso de las dos lenguas oficiales sin preferencias por
parte de las administraciones o libertad para utilizar cualquiera de ellas en
el ámbito privado. Lo hacen por ser un derecho individual reconocido
constitucionalmente, no por miedo a que se pierda la lengua castellana.
La hostilidad del Estado español contra el catalán.
Otra tesis
que se introduce en el reportaje es la supuesta “hostilidad del Estado español”
(sic) contra el catalán. La directora general de Política Lingüística de la
Generalitat, Ester Franquesa, lo relata así: “Si me preguntas por
adversidades del Estado español con la lengua, yo lo primero que diría son las impugnaciones
de todas las legislaciones que hacemos en materia lingüística. Nos lo han
torpedeado todo: la ley del cine, la ley de acogida, la ley de educación.
Todo aquello que indica y que regula la materia lingüística --la ley del
occitano, el código de consumo-- todo”. Y Sánchez Piñol añade: “He viajado a
cargo del Instituto Cervantes y para ellos no existe el catalán. Dicen:
nosotros lo respetamos mucho y te llevan a sus institutos, pero todo está en
castellano menos una estantería ridícula donde pone: lenguas cooficiales. Esta
es la mentalidad del Estado”.
Sin embargo,
las leyes citadas por Franquesa han sido recurridas por el Gobierno ante el
Tribunal Constitucional únicamente porque establecían la obligatoriedad o la
preferencia de una lengua --el catalán-- sobre la otra, ya sea en el ámbito
privado --donde la doctrina constitucional es la de la libertad de elección
lingüística-- o en el público --en el que leyes y sentencias ordenan un bilingüismo
equilibrado--. En
cuanto al Instituto Cervantes, éste hace años que promociona la cultura
catalana por todo el mundo y ofrece cursos de catalán en sus distintas
delegaciones cuando hay demanda.
(Alejandro Tercero/Crónica Global/7/7/2019.)
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